31/08/2017, 19:35
Irse, recuperar la bendita joya y regresarse a buscar alguna bendita explicación de lo que había ocurrido ya que, si bien aquella anciana compartía ciertas similitudes con la modelo, no tenía ninguna explicación lógica incluso en un lugar como Oonindo donde medio mundo sabe cómo transformarse en otras personas. ¿Por qué? Porque hasta donde la pecosa sabía aquella mujer no sabía ninjutsu y lo que diría justo después le daba más motivos para pensarse exactamente eso. Pero por encima de todo, la mujer le mostró lo que pensaba irse a buscar, la bendita piedra, aunque un tanto diferente de lo que creía recordar.
—Ah… —Soltó con tanta indiferencia que pareció no importarle.
«Tampoco es que sea tan difícil… Hay de todo por ahí afuera »Razonó la kunoichi que no mostraba un ápice de sorpresa ni en sus acciones ni en su rostro. Simplemente se mantuvo atenta a lo que sea que la anciana Yuriko le dijera, lo curioso sería que la enviaron a buscarse a un Uzumaki, esos que justamente tenían fama de vivir muchísimo y tal.
Finalmente, luego de todas las indicaciones la pecosa se vería obligada a correr una vez más, cosa normal en su trabajo aunque si tomamos en cuenta que hablamos de una genin en plena misión de rango D pues la cosa cambia, uno pensaría que tendría que encargarse de algo excesivamente simple y resulta ser que no.
—¿Pero cómo es? ¿Algo característico de Yonji? —Preguntó ya de pie, dispuesta a retirarse ni bien tuviese una respuesta.
No iba a volver a repetir el error del mediodía y esperar al último momento posible para conseguir información sobre la persona a buscar y eso.
—Ah… —Soltó con tanta indiferencia que pareció no importarle.
«Tampoco es que sea tan difícil… Hay de todo por ahí afuera »Razonó la kunoichi que no mostraba un ápice de sorpresa ni en sus acciones ni en su rostro. Simplemente se mantuvo atenta a lo que sea que la anciana Yuriko le dijera, lo curioso sería que la enviaron a buscarse a un Uzumaki, esos que justamente tenían fama de vivir muchísimo y tal.
Finalmente, luego de todas las indicaciones la pecosa se vería obligada a correr una vez más, cosa normal en su trabajo aunque si tomamos en cuenta que hablamos de una genin en plena misión de rango D pues la cosa cambia, uno pensaría que tendría que encargarse de algo excesivamente simple y resulta ser que no.
—¿Pero cómo es? ¿Algo característico de Yonji? —Preguntó ya de pie, dispuesta a retirarse ni bien tuviese una respuesta.
No iba a volver a repetir el error del mediodía y esperar al último momento posible para conseguir información sobre la persona a buscar y eso.