La Segunda oportunidad: Nada o ahogate

[Hanamura Kazuma]

Con el primero de sus movimientos ya planteado, los jóvenes genin se pusieron en marcha hacia el lugar donde darían inicio a la operación. Dicho lugar era el centro de la villa, un lugar que por lógica era emblemático, se trataba del edificio de la Uzukage.

«Joder aun tengo frio. Debí de estirarme un poco antes de empezar a correr» —pensaba el Ishimura, mientras el frio aire mañanero le quemaba los pulmones.

El chico de ojos grises iba a la delantera, guiando a sus compañeros a través de las vueltas, calles y esquinas que los llevarían hasta su objetivo. Sin embargo el centro de la aldea se encontraba lejos de la costa, al menos esa era la impresión que tenia Kazuma luego de correr por unos quince minutos. Tiempo más que suficiente para hacer mella en su baja resistencia física.

Pero por suerte, la marcha no duraría mucho más puesto que Nabi decidió detener el avance en cuanto se encontraron en la cuadra donde se ubicaba el edificio. Pero no había hecho aquella pausa sin razón, pues le indico al equipo que seguramente les estarían esperando, por lo que tenían que proceder con cautela.

Rápidamente el muchacho rubio se puso a la cabeza mientras el pelo blanco trataba de recuperar el aliento perdido. Luego empezó a caminar con cautela hacia una esquina donde había un banco que los ocultaba perfectamente, en dicho lugar podrían observar la entrada del edificio.

Mientras silenciosamente se movía detrás de sus compañeros, Kazuma pensaba en qué pensaría le gente si los vieran en ese lugar, seguramente creerían que eran un grupo de delincuentes que se encontraban al asecho buscando alguna víctima.

De cierto modo, pensar en aquello le hacia un poco de gracia.

Sin embargo, todas esas ideas salvajes desaparecerían de su mente en cuanto viera a su objetivo para como si nada en el puente que cruzaba el foso del edificio de la Kage. Rápidamente los chicos reaccionaron a esa imagen y se agazaparon para evitar ser detectados.

—Cielos, de alguna manera es un poco perturbador verla tan tranquila cuando sabe que vendremos por ella —Susurro Kazuma luego de haberla visto.

Siguiendo con lo planeado, Nabi procedió a darles nuevas instrucciones.

Le encargo al joven de piel morena que se dirigiera a la academia, y que según como se debía de hacer buscara y que de encontrar un clon se devolviera a avisarle ambos. Por lo que Juro le entrego el mapa.

—Entiendo, tratare de ser cuidadoso al buscar y de volver a la brevedad —con aquello dicho, le hecho una rápida ojeada al mapa y se retiro trotando, esta vez un poco más lento que antes.