8/09/2017, 21:47
La incertidumbre partió el rostro de Karamaru desde el mismo momento en que Juro le trató de explicar, sin comprometerse, lo que era su cargamento.
¿Pero que clase de entrenamiento es ese? Debes de tener una espalda y una piernas bien fortachonas, seguro que si.
— Eh, bueno, tampoco es para tanto...
Ahí si que no supo que decir. No era muy fuerte a decir verdad. Llevar ese peso solo le daba problemas de espalda y poco más. Si no se combinaba con ninguna clase de entrenamiento, de poco servía para los músculos. Y Juro nunca se había preocupado por el taijutsu, realmente.
Aunque hay una cosa que no entiendo....Bueno, dos en realidad...
« Ay dios, aqui viene »
Supo al instante que iba a decir algo comparable a como se había comportado hasta el momento. Una idiotez, vamos. Seguramente, hasta se pondría a gritar.
¿Por qué llevas durante toda tu vida la mercancía de tu hermana? ¿Y por qué después de tanto tiempo de entrenamiento ¡¡¡¡¡SIGUES CON MADERA LIVIANA Y NO CON GIGANTES LISTONES DE METAL!!!!!?
— Te obsesionas mucho con el entrenamiento, ¿eh? — murmuró Juro. Esta vez ni retrocedió ni se asustó. Tampoco buscó sacarle de su error; realmente, no iba a hacerle cambiar de opinión sobre eso —. En primer lugar, es mercancia de mi hermana, pero me pertenece. Y le doy utilidad en mi vida ninja. Lo llevo porque lo necesito, no es que sea un entrenamiento.
Se cruzó de brazos y asintió, como si con eso lo dijera todo. Con lo curioso que era, quizá le volviera a bombardear con preguntas, pero ya no sabía por donde salir. Igualmente, casi era hasta ridículo tanta discrección: decenas de personas habían visto a su marioneta en acción, gracias al torneo.
— Y eso que dices es una locura. ¿Cómo podría llevar eso tan grande? ¡El cuerpo tiene un límite! — se quejó. Por mucho que entrenara y entrenara, no había forma de que su joven cuerpo fuera capaz de llevar eso.
¿Pero que clase de entrenamiento es ese? Debes de tener una espalda y una piernas bien fortachonas, seguro que si.
— Eh, bueno, tampoco es para tanto...
Ahí si que no supo que decir. No era muy fuerte a decir verdad. Llevar ese peso solo le daba problemas de espalda y poco más. Si no se combinaba con ninguna clase de entrenamiento, de poco servía para los músculos. Y Juro nunca se había preocupado por el taijutsu, realmente.
Aunque hay una cosa que no entiendo....Bueno, dos en realidad...
« Ay dios, aqui viene »
Supo al instante que iba a decir algo comparable a como se había comportado hasta el momento. Una idiotez, vamos. Seguramente, hasta se pondría a gritar.
¿Por qué llevas durante toda tu vida la mercancía de tu hermana? ¿Y por qué después de tanto tiempo de entrenamiento ¡¡¡¡¡SIGUES CON MADERA LIVIANA Y NO CON GIGANTES LISTONES DE METAL!!!!!?
— Te obsesionas mucho con el entrenamiento, ¿eh? — murmuró Juro. Esta vez ni retrocedió ni se asustó. Tampoco buscó sacarle de su error; realmente, no iba a hacerle cambiar de opinión sobre eso —. En primer lugar, es mercancia de mi hermana, pero me pertenece. Y le doy utilidad en mi vida ninja. Lo llevo porque lo necesito, no es que sea un entrenamiento.
Se cruzó de brazos y asintió, como si con eso lo dijera todo. Con lo curioso que era, quizá le volviera a bombardear con preguntas, pero ya no sabía por donde salir. Igualmente, casi era hasta ridículo tanta discrección: decenas de personas habían visto a su marioneta en acción, gracias al torneo.
— Y eso que dices es una locura. ¿Cómo podría llevar eso tan grande? ¡El cuerpo tiene un límite! — se quejó. Por mucho que entrenara y entrenara, no había forma de que su joven cuerpo fuera capaz de llevar eso.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60