9/09/2017, 00:12
Kaido consideró lo que expresé, decidió que era buena opción mirar desde lo alto y entonces decidí ir primero por el árbol que señaló. —Vale, esperemos que Daigo esté en alguna de las ramas, por ahí, no sé...— Dije tratando de tener algún punto de vista positivo.
Di los primeros pasos en sentido vertical, con un poco de ayuda del chakra, y ascendí lentamente mirando de reojo que el azulado me siguiera para no perderle como al peliverde. Subimos tranquilamente por algunos cuantos segundos, pero de repente Umikiba cayó al suelo siendo apresado por la elasticidad de un látigo. Mis ojos se movieron rápidamente y encontraron a aquel sujeto que recibió un puñetazo por parte de mi compañero de aldea.
—¡Já!, te tengo, chiquillo.
Y su voz inconfundible delató que no se trataba de otra persona. "¿Será que capturaron a Daigo?"
Desde mi posición me hice con tres estrella metálicas y luego las abaniqué al unísono en dirección al mal hablado, todas en dirección a su abdomen, luego me lanzaría al suelo para quedar al lado del peliazul, aunque una pequeña mueca de dolor se manifestaría en mi rostro como secuela de mi combate con Yota, sí debía ayudarle a liberarse del amarre lo haría, sino buscaría rápidamente señal de más rivales.
No obstante, tomé un kunai y levanté mi guardia para estar pendiente de lo que ocurría a nuestro alrededor y de una posible ofensiva por parte del calvo. —No fue buena idea venir a buscarnos...— Comenté como sí él hubiera cometido un grave error.
Di los primeros pasos en sentido vertical, con un poco de ayuda del chakra, y ascendí lentamente mirando de reojo que el azulado me siguiera para no perderle como al peliverde. Subimos tranquilamente por algunos cuantos segundos, pero de repente Umikiba cayó al suelo siendo apresado por la elasticidad de un látigo. Mis ojos se movieron rápidamente y encontraron a aquel sujeto que recibió un puñetazo por parte de mi compañero de aldea.
—¡Já!, te tengo, chiquillo.
Y su voz inconfundible delató que no se trataba de otra persona. "¿Será que capturaron a Daigo?"
Desde mi posición me hice con tres estrella metálicas y luego las abaniqué al unísono en dirección al mal hablado, todas en dirección a su abdomen, luego me lanzaría al suelo para quedar al lado del peliazul, aunque una pequeña mueca de dolor se manifestaría en mi rostro como secuela de mi combate con Yota, sí debía ayudarle a liberarse del amarre lo haría, sino buscaría rápidamente señal de más rivales.
No obstante, tomé un kunai y levanté mi guardia para estar pendiente de lo que ocurría a nuestro alrededor y de una posible ofensiva por parte del calvo. —No fue buena idea venir a buscarnos...— Comenté como sí él hubiera cometido un grave error.