18/07/2015, 17:33
Manteniendo un trote suave, el peliblanco se dirigía hacia la academia de las olas mientras trataba de imaginar que encontraría en aquel sitio.
«Debo tener cuidado en cuanto me acerque a la academia, no hay seguridad de que Shiori me vaya a estar esperando tranquilamente. En cuanto tenga a la vista el edificio, buscare el mejor camino para aproximarse» —pensó mientras recorría el camino.
«Bueno, aun falta la mitad del trayecto así que tranquilamente puedo pensar en varias vías de acercamiento»
Pero aquel pensamiento era peligrosamente erróneo.
Llego un punto donde se metió por una calle que solía ser muy poco transitada —en general por que daba a la parte trasera de varios negocios—, pero esa vía le ahorraba un gran rodeo para dirigirse a la academia.
Todo parecía bien, hasta que noto como con su pie se llevaba algo por el medio.
En aquel momento su primer pensamiento fue que quizás fuera una cuerda que alguien dejo tirada, pero inmediatamente se dio cuenta de que no era así, puesto que era muy delgada y estaba demasiado tensa.
Luego de tropezar, supo que la caída sería inminente, por lo que se preparo para el golpe que se daría contra el piso y se cubrió la cara. Pero enorme seria su desconcierto cuando hizo contacto con el suelo y lo único que percibió fue la sensación de que se precipitaba hacia un abismo.
Lo siguiente que supo era que había caído en un gran agujero.
En cuanto se recupero de la conmoción, se puso de pie para evaluar la situación. A pesar de que había sido una caída de poco menos de cinco metros, se encontraba bastante bien —solo tenía algunos golpes y rasguños—. En parte gracias a la gruesa tela que se encontraba escondiendo aquel poso.
«¿Pero qué ha pasado?» —Se pregunto a sí mismo.
«Esperen… Claro, esto tiene que ser una trampa de Shiori. Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? Y ¿Por qué?» —volvió a preguntarse.
«Ignoro el cómo, ya que de verdad me parece imposible hacer un agujero como este sin utilizar ninjutsu. Por otro lado; me imagino que debió hacerlo prediciendo que tomaría la ruta más corta hasta la academia. Y el por qué, ¿será que quiere retrasarnos, confundirnos, intimidarnos o emboscarnos?»
«Viendo como es esa mujer, posiblemente tenía todas esas intenciones juntas» —pensó él, mientras hacia un gesto que denotaba bastante frustración.
Entonces un leve destello de inseguridad cruzo por la mente del joven genin.
«Esperen… —pensó mientras miraba al cielo mañanero desde el fondo de aquel agujero—. Y ¿si uno de los clones me está esperando allá arriba?»
Se dio cuenta de que ese sería el peor escenario posible, puesto que implicaría que la jonin había previsto el plan de los chicos. Podría ser que de haber un clon arriba esperando, este dejara fuera de combate al Ishimura y antes de que este pudiera comunicar algo, dirigirse hacia donde se encontraban sus compañeros y emboscarlos.
Con aquel temor en mente, el ojos grises se preparo para combatir en cuanto saliera de la trampa. Luego de eso procedía a comenzar la corta pero tediosa escalada, mientras que alberga la pequeña esperanza de que afuera no hubiera nadie para poder continuar su camino a la academia.
«Debo tener cuidado en cuanto me acerque a la academia, no hay seguridad de que Shiori me vaya a estar esperando tranquilamente. En cuanto tenga a la vista el edificio, buscare el mejor camino para aproximarse» —pensó mientras recorría el camino.
«Bueno, aun falta la mitad del trayecto así que tranquilamente puedo pensar en varias vías de acercamiento»
Pero aquel pensamiento era peligrosamente erróneo.
Llego un punto donde se metió por una calle que solía ser muy poco transitada —en general por que daba a la parte trasera de varios negocios—, pero esa vía le ahorraba un gran rodeo para dirigirse a la academia.
Todo parecía bien, hasta que noto como con su pie se llevaba algo por el medio.
En aquel momento su primer pensamiento fue que quizás fuera una cuerda que alguien dejo tirada, pero inmediatamente se dio cuenta de que no era así, puesto que era muy delgada y estaba demasiado tensa.
Luego de tropezar, supo que la caída sería inminente, por lo que se preparo para el golpe que se daría contra el piso y se cubrió la cara. Pero enorme seria su desconcierto cuando hizo contacto con el suelo y lo único que percibió fue la sensación de que se precipitaba hacia un abismo.
Lo siguiente que supo era que había caído en un gran agujero.
En cuanto se recupero de la conmoción, se puso de pie para evaluar la situación. A pesar de que había sido una caída de poco menos de cinco metros, se encontraba bastante bien —solo tenía algunos golpes y rasguños—. En parte gracias a la gruesa tela que se encontraba escondiendo aquel poso.
«¿Pero qué ha pasado?» —Se pregunto a sí mismo.
«Esperen… Claro, esto tiene que ser una trampa de Shiori. Pero ¿Cómo? ¿Cuándo? Y ¿Por qué?» —volvió a preguntarse.
«Ignoro el cómo, ya que de verdad me parece imposible hacer un agujero como este sin utilizar ninjutsu. Por otro lado; me imagino que debió hacerlo prediciendo que tomaría la ruta más corta hasta la academia. Y el por qué, ¿será que quiere retrasarnos, confundirnos, intimidarnos o emboscarnos?»
«Viendo como es esa mujer, posiblemente tenía todas esas intenciones juntas» —pensó él, mientras hacia un gesto que denotaba bastante frustración.
Entonces un leve destello de inseguridad cruzo por la mente del joven genin.
«Esperen… —pensó mientras miraba al cielo mañanero desde el fondo de aquel agujero—. Y ¿si uno de los clones me está esperando allá arriba?»
Se dio cuenta de que ese sería el peor escenario posible, puesto que implicaría que la jonin había previsto el plan de los chicos. Podría ser que de haber un clon arriba esperando, este dejara fuera de combate al Ishimura y antes de que este pudiera comunicar algo, dirigirse hacia donde se encontraban sus compañeros y emboscarlos.
Con aquel temor en mente, el ojos grises se preparo para combatir en cuanto saliera de la trampa. Luego de eso procedía a comenzar la corta pero tediosa escalada, mientras que alberga la pequeña esperanza de que afuera no hubiera nadie para poder continuar su camino a la academia.