13/09/2017, 18:08
Ante el llamado de Yota, el chucho arrancó a andar, aunque dubitativo, siempre viendo hacia atrás. Con la oreja parada, alerta; y su hocico cerrado, intransigente. Poco después retomó el paso para con su colega ninja y encarriló a las ovejas para que volvieran a casa, a su tan querido corral.
Al llegar a la granja, Mokou dejó que Yota cerrara el cercado con la cuerda y después tomó rumbo hacia la casa. Y escaneó el lugar hasta que se percató de que Tokaro-san estaba dormido, en su sillón habitual. Con un periódico abierto por sobre las piernas y una taza de café caliente echando humo a su costado. MouKou le observó en silencio, y antes de que Yota pudiera incluso decir nada, él le saltó en dos patas y le puso las del frente por sobre los hombros.
Le lamió el rostro, y se le quedó mirando. Como si quisiese decirle algo.
Luego se bajó, y le mordisqueó la mano derecha. Y señalaba el exterior con el hocico. Parecía estar diciéndole que quería que lo... ¿siguiera?
Al llegar a la granja, Mokou dejó que Yota cerrara el cercado con la cuerda y después tomó rumbo hacia la casa. Y escaneó el lugar hasta que se percató de que Tokaro-san estaba dormido, en su sillón habitual. Con un periódico abierto por sobre las piernas y una taza de café caliente echando humo a su costado. MouKou le observó en silencio, y antes de que Yota pudiera incluso decir nada, él le saltó en dos patas y le puso las del frente por sobre los hombros.
Le lamió el rostro, y se le quedó mirando. Como si quisiese decirle algo.
Luego se bajó, y le mordisqueó la mano derecha. Y señalaba el exterior con el hocico. Parecía estar diciéndole que quería que lo... ¿siguiera?