Tigre y Dragón

[Uchiha Akame]

El Uchiha respondió a la risa de su oponente con otra carcajada de su propia cosecha. Daruu había quedado tumbado boca arriba sobre el puente, tan o más destrozado que él mismo; cuando sugirió que el combate acabase en ese mismo punto, Akame no pudo sino darle la razón.

—Sí —dijo, breve porque todavía le dolía el pecho al hablar—. Ha sido un buen combate.

Akame se apoyó con ambas manos hasta finalmente quedar tumbado boca abajo, y luego dio media vuelta sobre sí mismo para quedar en la misma postura que el amejin. Cuando abrió los ojos al cielo, se sorprendió al ver que estaba cubierto de nubes grises y que el Sol apenas era visible tras las montañas. Notó un par de gotas de agua caer sobre su rostro. «¿Lluvia en Verano...? Esto sí que es raro. Al final será verdad que Amenokami vela por este tipo» pensó, divertido, el de Uzu.

Fue el primero en levantarse minutos después, ya más recuperado, y caminó hasta colocarse junto a Daruu. Entonces le ofreció la mano diestra para ayudarle a incorporarse.

—Me equivoqué —añadió el Uchiha, de repente—. Contigo, me refiero. Aquel día en Arashi no Kuni...

Si Akame alguna vez se había disculpado, o tenía la más mínima idea de cómo hacerlo, aquello debía ser una buena aproximación.