21/09/2017, 21:35
Los dangos se habían esfumado ante los ojos de la Kageyama, imagen deprimente que pronto sería reemplazada por una más bonita.
Bollos dulces de distintos tipos, los habituales de crema estaban por allí, pero los que más despertaron el interés de la rubia fueron los de chocolate. Lo estaban pidiendo a gritos, querían que la chica los tomase entre sus manos y los devorase sin ninguna piedad, como si estuviesen en una terrible agonía y deseasen que esta terminase de una vez por todas…
Y definitivamente les iba a cumplir el deseo.
—¡Gracias! —Respondió animada.
Justo después de ello, la joven genin tomó uno de los bollos de chocolate más próximos a su ser, lo contempló con brillo en su mirada y… Lo mordió, una señora mordida que destrozó la masa y a la que poco le faltó para lograr engullirlo al completo.
—Tengo que venir más seguido —comentó con el rostro lleno de restos de chocolate, cosa que no le importó ni la imposibilitó a devorar lo que quedaba de aquel pobre e inocente bollo.
Y así iba a seguir con todos los demás si se lo permitían.
Bollos dulces de distintos tipos, los habituales de crema estaban por allí, pero los que más despertaron el interés de la rubia fueron los de chocolate. Lo estaban pidiendo a gritos, querían que la chica los tomase entre sus manos y los devorase sin ninguna piedad, como si estuviesen en una terrible agonía y deseasen que esta terminase de una vez por todas…
Y definitivamente les iba a cumplir el deseo.
—¡Gracias! —Respondió animada.
Justo después de ello, la joven genin tomó uno de los bollos de chocolate más próximos a su ser, lo contempló con brillo en su mirada y… Lo mordió, una señora mordida que destrozó la masa y a la que poco le faltó para lograr engullirlo al completo.
—Tengo que venir más seguido —comentó con el rostro lleno de restos de chocolate, cosa que no le importó ni la imposibilitó a devorar lo que quedaba de aquel pobre e inocente bollo.
Y así iba a seguir con todos los demás si se lo permitían.