21/09/2017, 21:46
El hombre miró a Reika cuando pasó por su lado mientras bajaba a la tortuga rezagada, asintió a modo de aceptación y continuó el trecho que le quedaba de escalera. Hame por su parte hizo exactamente lo mismo que antes: tirarse al vacío hasta llegar abajo. E Iku simplemente saltaba y ladraba de aquí para allá, claramente entusiasmado por el paseo que iban a darle.
Una vez abajo y cuando ambos genin ya esperaban para poder continuar con su misión miró a Hazegawa y habló.
—Yo vivo en la puerta de al lado de la mujer que os ha pedido que paseéis a sus preciadas mascotas, a la derecha nada más subir, es la puerta de color marrón oscuro —informó cuando hubo dejado a Kame en el suelo y hubiera tendido ambas correas —la de Kame y la de Hame— a Hazegawa —. Llamadme, claro; estaré dispuesto a ayudar.
El cambio de humor fue repentino, parecía que la lluvia incesante había actuado como calmante para aquel hombre.
—Me llamo Reno, así que ya sabéis por quién preguntar —se presentó el hombre —Ah, sí, joven; mi vecina se rompió la pierna bajando las escaleras, concretamente con esta pequeña entre sus brazos, así que si me he puesto violento antes no ha sido más que por precaución, ¿y si te pasaba lo mismo?
Asintió lentamente con la cabeza mientras cruzaba sus brazos.
—Bueno, disfrutad del paseo chicos, yo me vuelvo a subir, hasta luego.
Y Reno se fue, dejando a ambos genin de vuelta a la tarea.
Una vez abajo y cuando ambos genin ya esperaban para poder continuar con su misión miró a Hazegawa y habló.
—Yo vivo en la puerta de al lado de la mujer que os ha pedido que paseéis a sus preciadas mascotas, a la derecha nada más subir, es la puerta de color marrón oscuro —informó cuando hubo dejado a Kame en el suelo y hubiera tendido ambas correas —la de Kame y la de Hame— a Hazegawa —. Llamadme, claro; estaré dispuesto a ayudar.
El cambio de humor fue repentino, parecía que la lluvia incesante había actuado como calmante para aquel hombre.
—Me llamo Reno, así que ya sabéis por quién preguntar —se presentó el hombre —Ah, sí, joven; mi vecina se rompió la pierna bajando las escaleras, concretamente con esta pequeña entre sus brazos, así que si me he puesto violento antes no ha sido más que por precaución, ¿y si te pasaba lo mismo?
Asintió lentamente con la cabeza mientras cruzaba sus brazos.
—Bueno, disfrutad del paseo chicos, yo me vuelvo a subir, hasta luego.
Y Reno se fue, dejando a ambos genin de vuelta a la tarea.