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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#92
Ante su grito, el marionetista desactivó su técnica de Raiton, fijó en ella sus iris dorados y soltó una carcajada. Una carcajada tan escalofriante que se clavó en sus tímpanos como un millar de senbon. Pero Ayame no se dejó amilanar, y siguió su carga contra él. Pero en ninguno de sus planes cabía la posibilidad de lo que ocurrió a continuación. Warau dio un salto hacia atrás y levantó el brazo. En respuesta, el cuerpo de Shanise, unido al brazo del marionetista con una serie de hilos de chakra como un vulgar títere, fue alzado desde el suelo...

«¡¡¡OH, NO!!!»

Era imposible frenar a tiempo. Fue la jonin la que recibió la brutal cornada en lugar del marionetista, y la pobre salió despedida para terminar chocando contra la pared de un lejano edificio en ruinas. Una densa nube de humo invadió el lugar del impacto.

—¡Shanise-sanpai...! —gimió, angustiada.

Estaba a punto de salir corriendo hacia allí, cuando vio a su compañero adelantarse a sus pensamientos.

«Mogura-san la salvará... Él es médico, él la salvará. Puede hacerlo...» Intentaba convencerse. El aire de sus pulmones silbaba entre sus dientes de forma repetida, con cada respiración honda. «Y mientras él la salva yo debo...»

—¡Así que eres tú, eh! ¡¡ERES TÚ!! ¡¡SÍ, JODER!! —aulló Warau, excitado, y Ayame viró la cabeza bruscamente hacia él con sus ojos aguamarina destilando todo el odio que reservaba para aquel hombre—. ¿Sabes? Iba a Reiniciar de nuevo, pero verte aquí, en persona, después de tanto tiempo... Tú, que siempre fuiste intocable. Tú, pequeña niñita. —Ensanchó aún más su sonrisa, y Ayame sintió que se le ponía la piel de gallina cuando se relamió—. ¡ME REVOLCARÉ A TRAVÉS DEL SONIDO DE TUS GRITOS Y LLANTOS DE DOLOR, KISHISHISHISHI! Vaaamos... ¿Qué toca ahora? ¿Una Bijūdama? Adelante... Hazle más daño a tus compañeros. Lo estás deseando. En el fondo, eres una ninja de la Niebla Sangrienta.

Un profundo gruñido borboteó en la garganta de Ayame, quien dejó a la vista una hilera de dientes afilados como navajas entre sus labios.

«Miserable villano...» Kokuō reflejó sus pensamientos dentro de su mente.

Desde luego, ganas no le faltaban de reventarle una Bijūdama a bocajarro y borrar aquella terrorífica sonrisa de loco psicópata de su rostro. Todo su cuerpo vibraba de excitación ante la sola idea, pero Ayame conocía lo suficientemente bien a aquel hombre como para saber que sería capaz de reservarle una sorpresa para hacerle fallar su ataque o, en el peor de los casos, devolvérselo a sus compañeros. Aún en el mejor de los casos que le acertara, la marioneta humana podría llegar a sobrevivir aunque le arrancara medio cuerpo. Lo sabía. Ya lo había visto.

Y sólo por eso se contuvo, con toda la rabia de su ser vibrando en cada poro de su piel.

Entonces Warau se colocó las manos en el pecho.

—Doton: Keijuugan no Jutsu —pronunció. Y ante los estupefactos ojos de Ayame, los pies del villano se separaron del suelo y comenzó a flotar, cada vez más alto, hasta una altura de aproximadamente cinco metros. Extendió los brazos y las piernas, abrazando el mundo, y entonces volvió a reír.

«¿Doton? ¿Elemento tierra? ¡¿Pero qué clase de técnica es esa?! Doton y Raiton... Maldita sea, son mis mayores debilidades. ¿Cómo puedo enfrentarle?»

—No lo entiendes, Ayame. ¡Estoy a un sólo paso de ser un puto Dios! ¡No voy a dejar que frustres mi mayor sueño ahora que estoy tan cerca! ¡Tan cerca! Todos seréis mis marionetas, ¡mis juguetes! KISHISHISHISHI.

Ayame hizo restallar una de sus colas contra el suelo, a sus espaldas. Bajo el peso de su rabia, la roca se agrietó con un chasquido.

—Jamás nos pondrás las manos encima... ¡Y MUCHO MENOS A MÍ! ¡NO VOLVERÁS A TOCARME! ¡NO PUEDES CONTROLAR AL AGUA!

Restalló las cinco colas. Y Ayame aprovechó la fuerza del golpe para impulsarse en el aire. Adelantó su brazo derecho, y de la misma mano el chakra se expandió repentinamente, formando un brazo que se alargó rápidamente buscando atrapar entre sus dedos al marionetista y, con un grito de guerra, devolverlo al suelo con todas sus fuerzas.

Y entonces, aún en el aire, abrió sus fauces y comenzó a acumular chakra. El aire se volvió aún más pesado a su alrededor, las gotas de lluvia no llegaban a tocarla siquiera y se evaporaban antes de rozarla. Y, mientras tanto, partículas negras y blancas se reunían formando una esfera que se iba comprimiendo más y más... Hasta que la engulló.

Y entonces lanzó el rayo de energía concentrada hacia Warau.

«¡¡¡MUERE!!!»






PV:

150/150



CK:

760/1000

-240 CK


Defensa de 20 PV





• Fuerza: 40
• Resistencia: 40
• Aguante: 40
• Agilidad: 65
• Destreza: 30
• Poder: 50
• Inteligencia: 40
• Carisma: 25
• Voluntad: 15
• Percepción: 45


· Bandana (Frente)
· Portaobjetos (Pierna derecha)




· Chakura no Ude: 12 PV por contacto
Bijūdama[/b]: 300 PV


¤ Capa de Chakra (Versión 2)
- Tipo: Apoyo, Ofensivo
- Requisitos: Ninguno
- Gastos: 27 CK por onda de chakra
- Daños:
  • 12 PV por contacto
  • 40 PV por coletazo
  • 40 PV embestida
  • 45 PV por onda de chakra
- Efectos adicionales:
  • Se accede a la reserva de chakra de la Versión 2
  • +20 a Fuerza, Agilidad, Resistencia, Aguante y Poder
  • Defensa de 20 PV
  • -20 PV/turno en caso de no controlar al bijū
- Velocidad: Muy rápida (onda de chakra)
- Alcance y dimensiones: -
El chakra del bijū se convierte en una forma humanoide que concede al jinchūriki una enorme ventaja en el campo de combate sin liberar por completo a la bestia. Usando el cuerpo del jinchūriki como una especie de endoesqueleto, una capa de chakra puramente blanco lo envuelve. Las manifestaciones físicas del correspondiente bijū que son apenas apreciables en la primera capa se vuelven mucho más nítidas en esta versión, reproduciendo una especie de versión de la bestia en miniatura: la masa muscular se incrementa, y la cornamenta y las colas están claramente definidos ahora. Aunque, dado que el velo de chakra se atañe a la forma del cuerpo de su jinchūriki, las características físicas de este son aún distinguibles.

Al entrar en la versión dos de la capa de chakra se produce una masiva cantidad de chakra que es capaz de formar cráteres por debajo de su cuerpo y destruyendo en el proceso cualquier tipo de restricción que pudiera haber estado impidiendo sus movimientos previamente. Nuevamente se incrementan sus capacidades y la capa actúa como una especie de protección frente a ataques externos.

Entrar en esta etapa, para un jinchuuriki que no ha controlado a su bijuu, significa terminar por cederle el control de su propio cuerpo. Durante este estado, el jinchuuriki no puede utilizar técnicas de su repertorio. A cambio, puede lanzar ráfagas de chakra muy poderosas y acceder a la técnica más destructiva de los bijuu: la bijuudama.

En el momento en el que el jinchūriki le concede el total control de su cuerpo al bijū, su capacidad de distinguir entre amigos y enemigos se desvanece y atacará a cualquier cosa que se interponga en su camino hacia su objetivo. Esta forma acarrea numerosas consecuencias para el mismo jinchūriki también, ya que las propiedades corrosivas del chakra queman su piel. Las habilidades regenerativas garantizan que los daños se vayan curando, pero con el tiempo se va acortando su esperanza de vida por la masiva destrucción y creación de células. En el caso de que el jinchūriki controle a su bijū no sufrirá ninguno de estos daños, y se mantendrá consciente.

Para el jinchuuriki del Gobi que no ha controlado a su bijuu, a medida que va perdiendo el control de su cuerpo, va creciendo en su espalda la quinta y última cola. De formarse la última cola, el usuario moriría y el bijuu saldría al exterior.

¤ Chakura no Ude
¤ Brazos de Chakra
- Tipo: Apoyo, Ofensivo
- Requisitos: Capa de Chakra (Versión 1 ó 2)
- Gastos:
  • 20 CK
  • 10 CK por metro adicional
  • 10 CK por división
- Daños:
  • 12 PV por contacto
  • 25 PV por golpe
- Efectos adicionales: -
- Velocidad: Rápida
- Alcance y dimensiones: Los brazos pueden llegar hasta los cinco metros de longitud
Esta es una habilidad que los jinchūriki poseen mientras se encuentran en su forma de capa de chakra. Pueden utilizar el chakra bruto de su bestia para formar brazos que pueden manipular libremente para atacar a sus objetivos y golpearlos a altísima velocidad. Las manos de estos brazos de chakra poseen afiladas garras, aunque parecen carecer de cualquier tipo de articulación, por lo que pueden realizar movimientos increíblemente flexibles que serían imposibles para cualquier tipo de extremidad normal. El usuario puede formar los brazos que él desee y pueden servir a otros propósitos, como garfios, para agarrar objetos o a cualquier enemigo desde la distancia o con fines ofensivos. El mero hecho de entrar en contacto con estos brazos causará dolorosas quemaduras. Debido a que el chakra está unido al cuerpo, estos brazos pueden crecer en tamaño o, dividirse para formar más apéndices o incluso transformarse en cuernos en aquellas bestias que lo posean.

¤ Bijūdama
¤ Esfera de Bestia con Cola

- Tipo: Ofensivo
- Requisitos: Capa de Chakra versión 2 o Forma Bijū Liberada
- Gastos: 0.6*X CK
- Daños: X PV
- Efectos adicionales: -
- Velocidad: Muy rápida
- Alcance y dimensiones:
  • La bomba ocupa X/10 decímetros de diámetro, y la explosión abarca X/3 metros de tamaño.
  • El láser ocupa de ancho el doble de la esfera y el doble de la explosión hacia delante.
La Bijūdama es la técnica definitiva de un bijū. Para formar el ataque, el usuario concentra chakra positivo negro y chakra negativo blanco, lo reúne en una esfera y lo comprime dentro de su boca. El chakra necesita ser balanceado en una proporción 8:2, respectivamente, o será contraproducente. Para finalizar, puede dispararlo en forma de una enorme explosión de energía hacia delante en proporción a su tamaño (mucho más grande en la forma completa de la bestia) o en forma de bala de color oscuro que provoca igualmente una enorme explosión al impactar contra algo. La bijūdama es increíblemente densa y pesada, y el jinchūriki se puede ver hundido en la tierra en el proceso de creación. Usada cerca de otros bijū, puede ser combinada aumentando drásticamente su tamaño y su poder destructivo.


[Imagen: kQqd7V9.png]
Sprite por Karvistico.


—Habitación de Ayame: Link

No respondo dudas por MP.
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RE: (S) Los hilos del mundo: tercer hilo - por Aotsuki Ayame - 24/09/2017, 12:15


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