28/09/2017, 15:38
— Disculpe la pregunta pero... ¿De verdad lleva solo un lote de cerámica? Quiero decir, no es algo que alguien se molestaría en tratar de robar, ¿no? —
El hombre se indignó ante las palabras del shinobi, sin embargo, sabiendo que era el encargado de salvaguardarle y asegurarse de que su mercancia llegaba a donde tenía que llegar se atusó la barba mientras intentaba relajarse un poco.
— Verás, Riko-san. Puede que un lote de ceramicas no sea mucho, pero la verdad es que perder un solo lote para un mercader minorista como lo soy yo puede suponer el fin del negocio. Y ya no solo eso, los bandidos no son tontos, cuando han conseguido robarte una vez, lo volverán a hacer otra. Son como animales, si te califican de presa no te dejaran vivir hasta que se hayan comido a toda tu familia.
Estaba claro que le había tocado la fibra sensible al menospreciar su trabajo y su mercancía, como si no fuera digno de su protección.
— Tampoco es que cambie mucho la cosa, ¿verdad? Tenemos que asegurarnos que todo llegue y ya. Mientras no aparezcan otros shinobis o una cantidad ridícula de bandidos estará todo bien.
— Me contentaría con que no apareciese nadie y esto quedara en un anecdota. De hecho, pedí que me asignaran ninjas intimidantes para que eso disuadiese a los bandidos de aparecerse. Y no os ofendais, pero vuestro aspecto no es muy... ninjastico.
Aquel hombre había vuelto a la carga con menos pelos en la lengua que en el... bigote.
El hombre se indignó ante las palabras del shinobi, sin embargo, sabiendo que era el encargado de salvaguardarle y asegurarse de que su mercancia llegaba a donde tenía que llegar se atusó la barba mientras intentaba relajarse un poco.
— Verás, Riko-san. Puede que un lote de ceramicas no sea mucho, pero la verdad es que perder un solo lote para un mercader minorista como lo soy yo puede suponer el fin del negocio. Y ya no solo eso, los bandidos no son tontos, cuando han conseguido robarte una vez, lo volverán a hacer otra. Son como animales, si te califican de presa no te dejaran vivir hasta que se hayan comido a toda tu familia.
Estaba claro que le había tocado la fibra sensible al menospreciar su trabajo y su mercancía, como si no fuera digno de su protección.
— Tampoco es que cambie mucho la cosa, ¿verdad? Tenemos que asegurarnos que todo llegue y ya. Mientras no aparezcan otros shinobis o una cantidad ridícula de bandidos estará todo bien.
— Me contentaría con que no apareciese nadie y esto quedara en un anecdota. De hecho, pedí que me asignaran ninjas intimidantes para que eso disuadiese a los bandidos de aparecerse. Y no os ofendais, pero vuestro aspecto no es muy... ninjastico.
Aquel hombre había vuelto a la carga con menos pelos en la lengua que en el... bigote.