1/10/2017, 15:46
(Última modificación: 1/10/2017, 15:47 por Uzumaki Eri.)
Juro no dijo nada ante su cháchara sobre la independencia. No lo culpaba, ojalá pudiera haber seguido con su madre un poco más de tiempo. Sin embargo era quedarse y no poder seguir su sueño o irse y dejar a su madre. No había sido una decisión fácil y por ello quería enmendarlo, lograr hacer algo que su padre no...
«Basta.»
Parpadeó varias veces para salir del pequeño trance en el que se había sumergido para volver a mirar a Juro. El museo parecía verse a la distancia así que el paseo pronto llegaría a su fin. Así que centró toda su atención en el shinobi de Kusagakure que tenía al lado antes de que aquello acabase.
— En la primera ronda vencí a un shinobi de Uzushiogakure, llamado Nara Rain. En la segunda fui vencido por mi compañero de equipo, Yota. Es una lastima. Fue una buena experiencia y todo eso, pero también me enseñó que aun me falta bastante. Los ninjas que había ahí...
«...Eran demasiado.»
Se atrevió a imaginar lo que Juro no se atrevió a decir.
—Oye, al menos llegaste a la segunda ronda, ¡eso es digno de ver! Seguro que eres un gran shinobi, pero prefiero no comprobarlo en mis propias carnes —alegó la joven mientras le daba un par de palmaditas reconfortantes en el hombro.
— Pero bueno. Eso ya no importa. Con un par de misiones y algo de entrenamiento, seguro que entras en la lista para el siguiente torneo.
—Y tu podrás pasar de la segunda ronda haciendo lo mismo, seguramente —concedió ella con una sonrisa, luego se llevó las manos a la espalda, uniéndolas para dejarlas quietas en algún sitio y ambos continuaron el trayecto.
Y así llegaron al museo.
«Basta.»
Parpadeó varias veces para salir del pequeño trance en el que se había sumergido para volver a mirar a Juro. El museo parecía verse a la distancia así que el paseo pronto llegaría a su fin. Así que centró toda su atención en el shinobi de Kusagakure que tenía al lado antes de que aquello acabase.
— En la primera ronda vencí a un shinobi de Uzushiogakure, llamado Nara Rain. En la segunda fui vencido por mi compañero de equipo, Yota. Es una lastima. Fue una buena experiencia y todo eso, pero también me enseñó que aun me falta bastante. Los ninjas que había ahí...
«...Eran demasiado.»
Se atrevió a imaginar lo que Juro no se atrevió a decir.
—Oye, al menos llegaste a la segunda ronda, ¡eso es digno de ver! Seguro que eres un gran shinobi, pero prefiero no comprobarlo en mis propias carnes —alegó la joven mientras le daba un par de palmaditas reconfortantes en el hombro.
— Pero bueno. Eso ya no importa. Con un par de misiones y algo de entrenamiento, seguro que entras en la lista para el siguiente torneo.
—Y tu podrás pasar de la segunda ronda haciendo lo mismo, seguramente —concedió ella con una sonrisa, luego se llevó las manos a la espalda, uniéndolas para dejarlas quietas en algún sitio y ambos continuaron el trayecto.
Y así llegaron al museo.