2/10/2017, 20:50
(Última modificación: 2/10/2017, 20:51 por Amedama Daruu.)
Daruu suspiró con alivio cuando descubrió que, a pesar de que la muchacha había estado evitándole, no había contestado con rencor. O al menos, no lo había parecido. Sintió una congoja muy extraña en la garganta, y casi tuvo el impulso de agarrársela como una mano. A punto de llorar, cuando la muchacha le dijo que parecía cansado, Daruu se quitó el kasa de la cabeza, se agachó y la abrazó por detrás de los hombros, apretándola muy fuerte.
—Te echaba mucho de menos, ¿sabes? —Sonrió, disfrutando del tacto, del olor de la muchacha de una manera que nunca lo había hecho. Como si aquella separación de apenas un poco más de una semana hubiese sido de meses y como si en lugar de haber estado poco más lejos que diez metros el uno del otro la mayor parte del día, hubiesen estado a muchos kilómetros de distancia—. No quiero que nos peleemos. Yo te quiero, Ayame.
»Yo te...
—UUUUU UUUUUUUUUUUU.
El ululato de un búho nival más grande que sus cabezas les sorprendió. El animal había volado desde abajo del puente, por algún motivo, y les había golpeado con un pergamino en la cara con fuerza, arrojándolos hacia atrás. Ayame cayó encima de Daruu, quien gimió de dolor y se apartó rápidamente con el rostro más rojo que una bandera carmesí con el símbolo de Uzushiogakure.
—¿Pero qué...? —dijo, y entonces se fijó en el rollo de papel. Retiró el sello con cautela y lo abrió...
Soltó una pedorreta con fastidio y se lo pasó a Ayame. El pergamino estaba escrito con la letra pulcra, recta, y sin personalidad de Kori-sensei, y decía:
El búho, apoyado en un alféizar cercano, les dirigió una mirada cargada de rencor y salió volando.
—¿Te lo puedes creer? —protestó Daruu, indignado, señalando al extremo de la calle por el que había llegado al puente—. ¡Vengo de hablar con mi madre! Me lo podría haber dicho ella misma...
—Te echaba mucho de menos, ¿sabes? —Sonrió, disfrutando del tacto, del olor de la muchacha de una manera que nunca lo había hecho. Como si aquella separación de apenas un poco más de una semana hubiese sido de meses y como si en lugar de haber estado poco más lejos que diez metros el uno del otro la mayor parte del día, hubiesen estado a muchos kilómetros de distancia—. No quiero que nos peleemos. Yo te quiero, Ayame.
»Yo te...
—UUUUU UUUUUUUUUUUU.
El ululato de un búho nival más grande que sus cabezas les sorprendió. El animal había volado desde abajo del puente, por algún motivo, y les había golpeado con un pergamino en la cara con fuerza, arrojándolos hacia atrás. Ayame cayó encima de Daruu, quien gimió de dolor y se apartó rápidamente con el rostro más rojo que una bandera carmesí con el símbolo de Uzushiogakure.
—¿Pero qué...? —dijo, y entonces se fijó en el rollo de papel. Retiró el sello con cautela y lo abrió...
Soltó una pedorreta con fastidio y se lo pasó a Ayame. El pergamino estaba escrito con la letra pulcra, recta, y sin personalidad de Kori-sensei, y decía:
Hola, chicos,
esta vez, no os acompañaré para la misión. Podéis apañaros perfectamente. Kiroe-san ha pedido de nuevo a dos genin para que la ayuden, pero esta vez no hay que buscar nada fuera de la aldea: se trata de un encargo bajo su tutela en su establecimiento, la Pastelería de Kiroe-chan. Dirigíos hacia allá y ella os proporcionará todos los detalles.
Atentamente,
Kori.
PD: Lo siento si Shiroikari-kun se ha portado mal con vosotros. Odia hacer de mensajero.
esta vez, no os acompañaré para la misión. Podéis apañaros perfectamente. Kiroe-san ha pedido de nuevo a dos genin para que la ayuden, pero esta vez no hay que buscar nada fuera de la aldea: se trata de un encargo bajo su tutela en su establecimiento, la Pastelería de Kiroe-chan. Dirigíos hacia allá y ella os proporcionará todos los detalles.
Atentamente,
Kori.
PD: Lo siento si Shiroikari-kun se ha portado mal con vosotros. Odia hacer de mensajero.
El búho, apoyado en un alféizar cercano, les dirigió una mirada cargada de rencor y salió volando.
—¿Te lo puedes creer? —protestó Daruu, indignado, señalando al extremo de la calle por el que había llegado al puente—. ¡Vengo de hablar con mi madre! Me lo podría haber dicho ella misma...
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)