4/10/2017, 23:01
El Uchiha desvío la mirada hacia un lado al escuchar una voz. Una voz que le resultaba muy familiar, y que en seguida reconoció.
Era su vecina. Novia de Akame y compañera de Villa. A pesar de ser tantas cosas, apenas la había visto en meses, cuando se encontraban esporádicamente al entrar o salir de casa. Datsue no quedaba con Akame cuando estaba con Koko; y Akame no le invitaba cuando pensaba verse con ella. Era un extraño acuerdo tácito al que habían llegado sin siquiera hablarlo. Prueba de que no la había visto en mucho tiempo fue la sorpresa que tuvo al apreciarla más… delgada. A pesar de su gruesa vestimenta para protegerse del frío, a la kunoichi se le notaba que había perdido más de un par de kilos.
—¿No te molesta enfermarte?
Datsue esbozó una sonrisa sardónica. Lo cierto era que no iba tan desabrigado. A mayores de su habitual vestimenta, portaba un gorro de lana gris en su cabeza, que le ocultaba parte de las orejas y tan solo dejaba entrever unos mechones sueltos del flequillo. Además, sobre el torso, ahora envuelto también sobre sus piernas como si se tratase de una manta, vestía una túnica blanca con detalles decorativos de color carmesí en las mangas y el símbolo de Uzushiogakure —también en carmesí— a la espalda.
Y de todas formas tiritaba, pues la brisa enfriaba todavía más su camisa interior empapada por el sudor.
—No más que otras cosas —respondió finalmente, tras unos largos segundos. Aceptó la mandarina que le ofrecía y empezó a pelarla con los dedos—. Es como ese picor que a veces surge en la espalda, ¿sabes? Si no te rascas, molesta. Pero imagínate ahora que, mientras te está picando, te das un golpe con el dedo meñique del pie contra la esquina de un mueble. El picor debería seguir molestando, ¿no? Pero queda tan en segundo plano por el súbito dolor que ni te enteras de que está ahí.
El Uchiha tomó la primera pieza de la mandarina y se la llevó a la boca, dejando que su paladar se empapase con el sabor.
—Pues algo así me pasa a mí —zanjó, creyendo que había hecho la metáfora perfecta con lo que le sucedía—. ¿Qué haces por aquí? —señaló las bolsas—. No es que la playa quede de camino al mercado, precisamente.
Era su vecina. Novia de Akame y compañera de Villa. A pesar de ser tantas cosas, apenas la había visto en meses, cuando se encontraban esporádicamente al entrar o salir de casa. Datsue no quedaba con Akame cuando estaba con Koko; y Akame no le invitaba cuando pensaba verse con ella. Era un extraño acuerdo tácito al que habían llegado sin siquiera hablarlo. Prueba de que no la había visto en mucho tiempo fue la sorpresa que tuvo al apreciarla más… delgada. A pesar de su gruesa vestimenta para protegerse del frío, a la kunoichi se le notaba que había perdido más de un par de kilos.
—¿No te molesta enfermarte?
Datsue esbozó una sonrisa sardónica. Lo cierto era que no iba tan desabrigado. A mayores de su habitual vestimenta, portaba un gorro de lana gris en su cabeza, que le ocultaba parte de las orejas y tan solo dejaba entrever unos mechones sueltos del flequillo. Además, sobre el torso, ahora envuelto también sobre sus piernas como si se tratase de una manta, vestía una túnica blanca con detalles decorativos de color carmesí en las mangas y el símbolo de Uzushiogakure —también en carmesí— a la espalda.
Y de todas formas tiritaba, pues la brisa enfriaba todavía más su camisa interior empapada por el sudor.
—No más que otras cosas —respondió finalmente, tras unos largos segundos. Aceptó la mandarina que le ofrecía y empezó a pelarla con los dedos—. Es como ese picor que a veces surge en la espalda, ¿sabes? Si no te rascas, molesta. Pero imagínate ahora que, mientras te está picando, te das un golpe con el dedo meñique del pie contra la esquina de un mueble. El picor debería seguir molestando, ¿no? Pero queda tan en segundo plano por el súbito dolor que ni te enteras de que está ahí.
El Uchiha tomó la primera pieza de la mandarina y se la llevó a la boca, dejando que su paladar se empapase con el sabor.
—Pues algo así me pasa a mí —zanjó, creyendo que había hecho la metáfora perfecta con lo que le sucedía—. ¿Qué haces por aquí? —señaló las bolsas—. No es que la playa quede de camino al mercado, precisamente.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado