9/10/2017, 14:50
«Jo puta, ¿En serio?» el hombre estaba acostumbrado a lanzar venenos a la gente como si fuese nada, esas cosas eran una mierda bastante importante. Pero más que eso, al calvo le llamó la atención el hecho de que lo usase en el torneo y su victoria con tales acciones. Y aún más que eso, el hecho de que no le haya tocado enfrentarse a él, porque estaba seguro que hubiese perdido por culpa de aquellos venenos.
«Pff, el más débil» seguía pensando una y otra vez acerca de la misma declaración.
¿Tienes alguna clase de alergia a hierbas o toxinas?
No que yo sepa- replicó rápidamente- ¿Existe eso? Pobre del que te enfrente teniendo esos problemas.
Si tan solo supiera.
El monje se levantó de un salto de la barandilla sintiendo un dolor ya bastante menos intenso del que tenía hacía unos minutos. Se desperezó, frotándose luego los ojos con las manos, y sin previo aviso se lanzó al agua salpicando los alrededores y buceó durante unos segundos.
Juro lo vería aparecer nuevamente con una sonrisa en el rostro y una caña de pescar en la mano. En el hilo, en el borde del hilo, donde debería estar la carnada, ahora se encontraba un pequeño pez rojizo y de ojos saltones. Si hubiese podido, el cenobita hubiese vuelto bailando a la par que nadaba.
¡Mira esto!- brazo en alto como quien levanta un trofeo y el animal todavía tratando de liberarse con aquellos movimientos bruscos que parecían espamos.
«Pff, el más débil» seguía pensando una y otra vez acerca de la misma declaración.
¿Tienes alguna clase de alergia a hierbas o toxinas?
No que yo sepa- replicó rápidamente- ¿Existe eso? Pobre del que te enfrente teniendo esos problemas.
Si tan solo supiera.
El monje se levantó de un salto de la barandilla sintiendo un dolor ya bastante menos intenso del que tenía hacía unos minutos. Se desperezó, frotándose luego los ojos con las manos, y sin previo aviso se lanzó al agua salpicando los alrededores y buceó durante unos segundos.
Juro lo vería aparecer nuevamente con una sonrisa en el rostro y una caña de pescar en la mano. En el hilo, en el borde del hilo, donde debería estar la carnada, ahora se encontraba un pequeño pez rojizo y de ojos saltones. Si hubiese podido, el cenobita hubiese vuelto bailando a la par que nadaba.
¡Mira esto!- brazo en alto como quien levanta un trofeo y el animal todavía tratando de liberarse con aquellos movimientos bruscos que parecían espamos.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘