9/10/2017, 18:30
Cuando Megumi-san se levantó de la silla la kunoichi la siguió hasta la cocina, aún con la taza en la mano y terminando de beberse el té.
—Tengo las herramientas en la cocina, los tablones que remplazarán a los viejos están fuera, al lado derecho del jardín, no tiene pérdida, será quitar los más viejos y reemplazarlos por los nuevos —explicó mientras buscaba por la cocina. Debajo del fregadero escondía una caja roja metálica que sacó con cuidado y tomó con las dos manos —. Pesa un poco.
En cuanto Megumi-san terminó de hablar, Kimi dejo la taza en la cocina y cogió la caja de herramientas que le tendió la señora Megumi, pesaba un poco como ya le habían advertido, pero no era nada de lo que ella no se pudiera encargar.
—Hay una escalera justo al lado de los tablones, si necesitas algo avísame, estaré recogiendo un poco la casa —aseguró la mujer mientras volvía a agacharse para tomar utensilios de limpieza.
—Claro, pero no se canse mucho, cuando acabe con los tablones estaré hecha polvo y necesitaré otra taza de té. —Dijo la chica mirando a su interlocutora, como intentando decirle que quería acompañarla un rato más. La verdad es que la anciana le estaba cayendo bien y sabía que de esta manera podría pasar algo de tiempo con ella.
Luego Kimi salió hacia el jardín, para buscar las escaleras una vez encontradas subió para dejar la caja de herramientas arriba, luego volvió a bajar para bucar los tablones, cuando vió el trabajo que tendría que hacer soltó un resoplido en señal de hastío y luego se puso manos a la obra. El trabajo iba a ser largo, pero mientras antes empezara antes podría acabar y ganar su paga, además del té que la esperaba.
—Tengo las herramientas en la cocina, los tablones que remplazarán a los viejos están fuera, al lado derecho del jardín, no tiene pérdida, será quitar los más viejos y reemplazarlos por los nuevos —explicó mientras buscaba por la cocina. Debajo del fregadero escondía una caja roja metálica que sacó con cuidado y tomó con las dos manos —. Pesa un poco.
En cuanto Megumi-san terminó de hablar, Kimi dejo la taza en la cocina y cogió la caja de herramientas que le tendió la señora Megumi, pesaba un poco como ya le habían advertido, pero no era nada de lo que ella no se pudiera encargar.
—Hay una escalera justo al lado de los tablones, si necesitas algo avísame, estaré recogiendo un poco la casa —aseguró la mujer mientras volvía a agacharse para tomar utensilios de limpieza.
—Claro, pero no se canse mucho, cuando acabe con los tablones estaré hecha polvo y necesitaré otra taza de té. —Dijo la chica mirando a su interlocutora, como intentando decirle que quería acompañarla un rato más. La verdad es que la anciana le estaba cayendo bien y sabía que de esta manera podría pasar algo de tiempo con ella.
Luego Kimi salió hacia el jardín, para buscar las escaleras una vez encontradas subió para dejar la caja de herramientas arriba, luego volvió a bajar para bucar los tablones, cuando vió el trabajo que tendría que hacer soltó un resoplido en señal de hastío y luego se puso manos a la obra. El trabajo iba a ser largo, pero mientras antes empezara antes podría acabar y ganar su paga, además del té que la esperaba.