12/10/2017, 17:19
El afable anciano escuchaba, con suma curiosidad, pues lo que iba a contarle era la liberación de todas las sospechas. La verdad de lo que ocurría con Moukou. el hombre, agarró el cachorro y parecía juguetear con él y sus patas delanteras al mismo tiempo que lo sujetaba. Quizás era algo típico entre los de su clan.
Y entonces surgieron las inevitables dudas. Lo del amor de MouKou estaba muy bien, pero aparentemente no había motivo para el cual esconder aquello. Si los humanos podían enamorarse, ¿Por qué los perros no iban a poder? Hasta ahí llegábamos todos. Pero bien es sabido que no todo es tan sencillo como parece.
—Aprecio tu sinceridad, Yota-kun; pero yo conozco muy bien a MouKou. Es decir, entiendo que se haya enamorado, y hasta me alegra. Imagino que no debe ser muy divertido convivir sólo con un viejo como yo. Lo entiendo, sí. Pero a ver, ¿y qué es lo que tiene de malo? ¿Por qué me ocultaría algo tan bonito como tener un cachorro?
— Dos cachorros, Tokaro-san, dos preciosos cachorros — le corregí — La mala noticia es... hmmm... bueno, en realidad no es tan mala. No hay nada que no tenga solución en esta vida. La familia de la novia de MouKou... Veamos... Usted los conoce, Tokaro-san, por eso MouKou se encuentra con ella a escondidas, ¡Pero yo sé que pueden llevarse bien! si hay intención, no hay nada imposible. Además... Los Inuzuka, tenéis un vínculo especial con los ninken, ¿Verdad? Si me permite el atrevimiento, creo que habría que hacer un esfuerzo por entenderse... por los ninken
Bueno, ya está. Ya lo había dicho y ahora quedaba todo en manos de Tokaro y del abuelo de la Inuzuka esa pero la verdad, a a cada segundo que pasaba lo veía todo cada vez más negro.
Y entonces surgieron las inevitables dudas. Lo del amor de MouKou estaba muy bien, pero aparentemente no había motivo para el cual esconder aquello. Si los humanos podían enamorarse, ¿Por qué los perros no iban a poder? Hasta ahí llegábamos todos. Pero bien es sabido que no todo es tan sencillo como parece.
—Aprecio tu sinceridad, Yota-kun; pero yo conozco muy bien a MouKou. Es decir, entiendo que se haya enamorado, y hasta me alegra. Imagino que no debe ser muy divertido convivir sólo con un viejo como yo. Lo entiendo, sí. Pero a ver, ¿y qué es lo que tiene de malo? ¿Por qué me ocultaría algo tan bonito como tener un cachorro?
— Dos cachorros, Tokaro-san, dos preciosos cachorros — le corregí — La mala noticia es... hmmm... bueno, en realidad no es tan mala. No hay nada que no tenga solución en esta vida. La familia de la novia de MouKou... Veamos... Usted los conoce, Tokaro-san, por eso MouKou se encuentra con ella a escondidas, ¡Pero yo sé que pueden llevarse bien! si hay intención, no hay nada imposible. Además... Los Inuzuka, tenéis un vínculo especial con los ninken, ¿Verdad? Si me permite el atrevimiento, creo que habría que hacer un esfuerzo por entenderse... por los ninken
Bueno, ya está. Ya lo había dicho y ahora quedaba todo en manos de Tokaro y del abuelo de la Inuzuka esa pero la verdad, a a cada segundo que pasaba lo veía todo cada vez más negro.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa