13/10/2017, 14:27
Ella se rio.
—No, no era yo, aquella chica tiene el pelo más llamativo que el mío —bromeó la joven—. Imagino que hablas de Furukawa Eri, es difícil de olvidar así como así, yo prefiero pasar más desapercibida...
Ayame se colocó el dedo índice sobre el mentón, pensativa.
—Uh... no recuerdo si me dijo su apellido, pero desde luego que su pelo era extraordinariamente llamativo. ¡Violeta! ¡Nunca había visto algo así! —exclamó, sonriente.
—¿Y qué te trae por aquí? Que yo sepa el País de la Tormenta no está prácticamente aquí al lado... —preguntó, curiosa—. Si no quieres responder lo entenderé, después de todo pueden ser asuntos importantes que no puedes compartir con nadie...
Ella sonrió, algo nerviosa. No podía quitarle razón, la verdad. Aunque se encontraban en un terreno neutral, Tanzaku Gai estaba a varios días de camino de Amegakure incluso si utilizaban el túnel como atajo.
—Sí, es cierto, no estoy precisamente cerca de casa... —afirmó, los dedos de sus manos jugueteando entre sí—. Lo cierto es que mi hermano tenía cosas que hacer aquí y... decidí acompañarle. —Por mucho que no le gustara hacerlo, estaba claro que no le podía contar cualquier cosa a una persona a la que acababa de conocer. Y menos aún si pertenecía a una villa diferente. Así que, dado que ella no sabía mentir, lo mejor sería contar una verdad a medias—. Y, mientras él está ocupado había pensado ir a ver el concurso ese de música que está anunciado por todas partes. ¡Parece interesante! ¿Qué hay de ti?
—No, no era yo, aquella chica tiene el pelo más llamativo que el mío —bromeó la joven—. Imagino que hablas de Furukawa Eri, es difícil de olvidar así como así, yo prefiero pasar más desapercibida...
Ayame se colocó el dedo índice sobre el mentón, pensativa.
—Uh... no recuerdo si me dijo su apellido, pero desde luego que su pelo era extraordinariamente llamativo. ¡Violeta! ¡Nunca había visto algo así! —exclamó, sonriente.
—¿Y qué te trae por aquí? Que yo sepa el País de la Tormenta no está prácticamente aquí al lado... —preguntó, curiosa—. Si no quieres responder lo entenderé, después de todo pueden ser asuntos importantes que no puedes compartir con nadie...
Ella sonrió, algo nerviosa. No podía quitarle razón, la verdad. Aunque se encontraban en un terreno neutral, Tanzaku Gai estaba a varios días de camino de Amegakure incluso si utilizaban el túnel como atajo.
—Sí, es cierto, no estoy precisamente cerca de casa... —afirmó, los dedos de sus manos jugueteando entre sí—. Lo cierto es que mi hermano tenía cosas que hacer aquí y... decidí acompañarle. —Por mucho que no le gustara hacerlo, estaba claro que no le podía contar cualquier cosa a una persona a la que acababa de conocer. Y menos aún si pertenecía a una villa diferente. Así que, dado que ella no sabía mentir, lo mejor sería contar una verdad a medias—. Y, mientras él está ocupado había pensado ir a ver el concurso ese de música que está anunciado por todas partes. ¡Parece interesante! ¿Qué hay de ti?