16/10/2017, 13:05
Cuando Ayame preguntase si Daruu se refería a que probablemente tuvieran que repartir las muestras ellos mismos, Daruu se limitó a cerrar los ojos y asentir con gravedad.
Ayame rio y dijo que esperaba que Kiroe se hubiera equivocado con el número de bandejas, y que no hubiera otras escondidas por ahí.
—Tranquila, Ayame —rio Daruu—. Llevo desde que nací en estas cocinas, y sólo hay cinco bandejas del horno grande. No te preocupes.
Ayame tomó de nuevo un poco de pasta, cogió una pizca de ralladura de fresa —esta vez sin quemarse la piel—, rebozó el bollo en el azúcar y lo dejó en la bandeja, orgullosa. Dio un saltito de alegría, y señaló que esta vez el bollo le había salido perfecto.
Daruu rio y señaló los diez bollos que había confeccionado él mientras Ayame hablaba y redondeaba el suyo.
—Los míos son perfectos y hay más —picó, con una risilla que por un momento recordaría a la de su madre.
Ayame rio y dijo que esperaba que Kiroe se hubiera equivocado con el número de bandejas, y que no hubiera otras escondidas por ahí.
—Tranquila, Ayame —rio Daruu—. Llevo desde que nací en estas cocinas, y sólo hay cinco bandejas del horno grande. No te preocupes.
Ayame tomó de nuevo un poco de pasta, cogió una pizca de ralladura de fresa —esta vez sin quemarse la piel—, rebozó el bollo en el azúcar y lo dejó en la bandeja, orgullosa. Dio un saltito de alegría, y señaló que esta vez el bollo le había salido perfecto.
Daruu rio y señaló los diez bollos que había confeccionado él mientras Ayame hablaba y redondeaba el suyo.
—Los míos son perfectos y hay más —picó, con una risilla que por un momento recordaría a la de su madre.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)