17/10/2017, 21:30
—E... espera... ¿Qué...? ¿Yo? P... pero... si y... yo... yo...
La chica comenzó a balbucear y por ello Eri empezó a pensar que no había sido buena idea proponérselo, ¿y si tenía miedo escénico o algo? ¿Y si le daban miedo las alturas y no podía subirse a un escenario tan alto?
—¿Qué te pasa? —preguntó la joven, claramente confusa por cómo estaba actuando la kunoichi de la Lluvia —. ¿Estás bien? ¿Quieres algo de agua, o algo?
Tomó con delicadeza el brazo de la chica y tiró de ella para escapar de la multitud de gente que pasaba por en medio de la calle, justo al lado de un banco por si Ayame terminaba por desmayarse. La miraba con ojos dudosos, sin saber muy bien qué decir o qué hacer.
—Ayame-san —llamó la chica —. No hace falta que lo hagas si no quieres, de verdad, no te preocupes.
Aquello lo dijo en serio, pues no le gustaba por donde estaba yendo el rumbo de su pequeña intromisión con la chica de cabello oscuro.
La chica comenzó a balbucear y por ello Eri empezó a pensar que no había sido buena idea proponérselo, ¿y si tenía miedo escénico o algo? ¿Y si le daban miedo las alturas y no podía subirse a un escenario tan alto?
—¿Qué te pasa? —preguntó la joven, claramente confusa por cómo estaba actuando la kunoichi de la Lluvia —. ¿Estás bien? ¿Quieres algo de agua, o algo?
Tomó con delicadeza el brazo de la chica y tiró de ella para escapar de la multitud de gente que pasaba por en medio de la calle, justo al lado de un banco por si Ayame terminaba por desmayarse. La miraba con ojos dudosos, sin saber muy bien qué decir o qué hacer.
—Ayame-san —llamó la chica —. No hace falta que lo hagas si no quieres, de verdad, no te preocupes.
Aquello lo dijo en serio, pues no le gustaba por donde estaba yendo el rumbo de su pequeña intromisión con la chica de cabello oscuro.