19/10/2017, 10:21
(Última modificación: 19/10/2017, 10:25 por Aotsuki Ayame.)
Nadie contestó en un principio. Ayame podía escuchar voces y pasos sobre su cabeza, quizás dos diferentes, pero entre el eco y la distancia no terminaba de comprender qué estaban diciendo. Angustiada, se colocó a gatas sobre el hielo. Sería mejor bajar el centro de gravedad si no quería volver a resbalarse, y aquella era la mejor opción para hacerlo. A tientas y con mucho cuidado, se levantó sobre sus rodillas y rebuscó en su portaobjetos un kunai y el hilo de alambre. Pasó el hilo a través de la anilla del cuchillo y la ató con fuerza.
¿Que qué pretendía hacer con eso? Pues no tenía mucha idea, la verdad. Quizás simplemente necesitaba hacer algo para no sentirse completamente indefensa.
— ¿¡Ayame, estás ahí!?
Del susto que se llevó casi se le cayó el kunai de las manos. Le sonaba mucho aquella voz, pero no terminaba de recordar dónde la había oído. Pero parecía claro que su dueño sí la conocía a ella.
—S... ¡Sí! —exclamó, tratando de hacerse oír a través del agujero, y el vaho escapó condensado de entre sus labios—. ¡El suelo está completamente congelado y no puedo caminar sin resbalarme! ¡No sé qué hacer!
Miró a su alrededor, acongojada. Si lanzaba el kunai contra el techo y lo clavaba entre las rocas... ¿aguantaría su peso mientras escalaba por el hilo? ¿Tendrían sus brazos la suficiente fuerza como para soportarla a ella?
¿Que qué pretendía hacer con eso? Pues no tenía mucha idea, la verdad. Quizás simplemente necesitaba hacer algo para no sentirse completamente indefensa.
— ¿¡Ayame, estás ahí!?
Del susto que se llevó casi se le cayó el kunai de las manos. Le sonaba mucho aquella voz, pero no terminaba de recordar dónde la había oído. Pero parecía claro que su dueño sí la conocía a ella.
—S... ¡Sí! —exclamó, tratando de hacerse oír a través del agujero, y el vaho escapó condensado de entre sus labios—. ¡El suelo está completamente congelado y no puedo caminar sin resbalarme! ¡No sé qué hacer!
Miró a su alrededor, acongojada. Si lanzaba el kunai contra el techo y lo clavaba entre las rocas... ¿aguantaría su peso mientras escalaba por el hilo? ¿Tendrían sus brazos la suficiente fuerza como para soportarla a ella?