27/10/2017, 11:00
Ante la media afirmación que la kunoichi de la Lluvia le había dado, ambas se pusieron en marcha hacia el lugar donde daría lugar el concurso. Ya lo había visitado antes, justo cuando llegó para buscar a alguien con quien participar, pero allí solo había parejas haciendo cola para inscribirse. Lo bueno es que aún tenía un margen de un par de horas para que se terminase aquel plazo de inscripción, por ello Eri no sentía ningún tipo de prisa.
—¿Crees... que habrá mucha gente allí?—Eri salió de sus pensamientos sobre cómo llegar lo antes posible al lugar ya que Ayame acababa de preguntar, se quedó unos segundos pensativa mientras seguían avanzando, antes de contestar.
—Pues, hace una hora había como una docena de personas esperando por inscribirse —respondió mientras hacía memoria —. Y al lado del escenario habían como diez personas, quizá ahora se haya duplicado el número...
Si Eri era totalmente sincera, sólamente se había fijado en la gente que estaba incribiéndose, pero seguramente habría gente frente al escenario, ¿no? Alguna que otra había visto...
—No te preocupes, solo tendremos que subir un par de veces, y eso si pasamos de ronda —intentó animar la de cabellos rojizos, aunque no sabía si eso valdría.
Cuando llegaron al lugar Ayame podría ver que era una gran plaza totalmente hecha de piedra con una fuente circular en medio, sin embargo ahora mismo lo que menos destacaba era aquel objeto. Un gran escenario estaba en la parte norte de la plaza con las cortinas oscuras echadas, y justo a la derecha una gran mesa con tres personas anotando a toda velocidad nombres de personas dispuestas a participar. La cola llegaba hasta pasado el centro de la plaza. Había guirnaldas y decoraciones un tanto extravagantes que ocupaban todo el techo inexistente de aquel lugar.
—¿Vamos a la cola? —preguntó la joven mientras señalaba la larga cola que tendrían que esperar.
—¿Crees... que habrá mucha gente allí?—Eri salió de sus pensamientos sobre cómo llegar lo antes posible al lugar ya que Ayame acababa de preguntar, se quedó unos segundos pensativa mientras seguían avanzando, antes de contestar.
—Pues, hace una hora había como una docena de personas esperando por inscribirse —respondió mientras hacía memoria —. Y al lado del escenario habían como diez personas, quizá ahora se haya duplicado el número...
Si Eri era totalmente sincera, sólamente se había fijado en la gente que estaba incribiéndose, pero seguramente habría gente frente al escenario, ¿no? Alguna que otra había visto...
—No te preocupes, solo tendremos que subir un par de veces, y eso si pasamos de ronda —intentó animar la de cabellos rojizos, aunque no sabía si eso valdría.
Cuando llegaron al lugar Ayame podría ver que era una gran plaza totalmente hecha de piedra con una fuente circular en medio, sin embargo ahora mismo lo que menos destacaba era aquel objeto. Un gran escenario estaba en la parte norte de la plaza con las cortinas oscuras echadas, y justo a la derecha una gran mesa con tres personas anotando a toda velocidad nombres de personas dispuestas a participar. La cola llegaba hasta pasado el centro de la plaza. Había guirnaldas y decoraciones un tanto extravagantes que ocupaban todo el techo inexistente de aquel lugar.
—¿Vamos a la cola? —preguntó la joven mientras señalaba la larga cola que tendrían que esperar.