29/10/2017, 23:10
Después de la extraña y enigmática sonrisa que Juro le había regalado, no se sintió del todo conforme ante su presencia. ¿Le estaría ocultando algo después de todo? Bueno, todos tenían secretos que guardar, quizás Juro tenía más de los que aparentaba a primera vista.
— No esta mal, eso es cierto. Pero las lanzas me parecen complicadas. Piénsalo, es un ataque de largo alcance, pero lineal. Tienes que hacerlo muy bien para no ser predecible.
—Para eso existe el entrenamiento —solucionó ella mientras jugueteaba con uno de los mechones que caían por su coleta izquierda.
Le tocaba a Juro, y éste no tardó en buscar un arma con su mirada hasta que por fin se posaron en una vitrina algo apartada de las demás. Allí reposaba lo que parecía ser un arco de mediano tamaño, sin embargo lo más característico de aquel arma era, sin lugar a dudas; el material del que estaba hecho: huesos y cartílagos de color marfil decoraban el cuerpo del arco, incluso parecía que estaban hechos especialmente para ello. El nombre de aquel arma era Arco de huesodragón.
Juro aseguró que le gustaba, pero a Eri le ponía los pelos de punta, ¿a quién le gustaba lucir armas de ese estilo? Eran demasiado... Macabro, como bien había dicho el chico. La verdad es que no le gustaba en absoluto aquel diseño.
—Puede que algún arco te vaya bien, sí... —mencionó la joven un poco ida, pues sus ojos se desviaban a la mínima que podían de aquel peculiar arma.
Pasadas todas las armas —o la mayoría del lugar—, ahora tocaba el equipamiento. Si pasaban por la puerta, lograrían ver una estancia similar a la del equipamiento antiguo, solo que esta, en vez de ser una vitrina continua; era una serie de vitrinas colocadas de manera muy junta, sin nada en el medio.
—No se alejan mucho de lo que tenemos nosotros hoy en día...
Había numerosos chalecos similares a los que los Chuunin vestían en su villa, pero por lo demás, todo era muy típico.
— No esta mal, eso es cierto. Pero las lanzas me parecen complicadas. Piénsalo, es un ataque de largo alcance, pero lineal. Tienes que hacerlo muy bien para no ser predecible.
—Para eso existe el entrenamiento —solucionó ella mientras jugueteaba con uno de los mechones que caían por su coleta izquierda.
Le tocaba a Juro, y éste no tardó en buscar un arma con su mirada hasta que por fin se posaron en una vitrina algo apartada de las demás. Allí reposaba lo que parecía ser un arco de mediano tamaño, sin embargo lo más característico de aquel arma era, sin lugar a dudas; el material del que estaba hecho: huesos y cartílagos de color marfil decoraban el cuerpo del arco, incluso parecía que estaban hechos especialmente para ello. El nombre de aquel arma era Arco de huesodragón.
Juro aseguró que le gustaba, pero a Eri le ponía los pelos de punta, ¿a quién le gustaba lucir armas de ese estilo? Eran demasiado... Macabro, como bien había dicho el chico. La verdad es que no le gustaba en absoluto aquel diseño.
—Puede que algún arco te vaya bien, sí... —mencionó la joven un poco ida, pues sus ojos se desviaban a la mínima que podían de aquel peculiar arma.
Pasadas todas las armas —o la mayoría del lugar—, ahora tocaba el equipamiento. Si pasaban por la puerta, lograrían ver una estancia similar a la del equipamiento antiguo, solo que esta, en vez de ser una vitrina continua; era una serie de vitrinas colocadas de manera muy junta, sin nada en el medio.
—No se alejan mucho de lo que tenemos nosotros hoy en día...
Había numerosos chalecos similares a los que los Chuunin vestían en su villa, pero por lo demás, todo era muy típico.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)