6/11/2017, 13:35
—Yo me sé la partitura y sé cantarla. Bueno, sé las dos versiones... —afirmó Eri, y aunque parecía increíblemente confiada, Ayame comenzó a sudar.
—Ha... ¿Hay dos versiones...? —preguntó, con un hilo de voz.
—Pero si quieres podemos ir nada más incribirnos a algún lugar alejado para practicar juntas.
—Puede que sea lo mejor —suspiró, apoyando una mano en su pecho—. Aunque tendremos que tener cuidado con el tiempo que tengamos antes de salir a... al... al... escenario...
Se estremeció de nuevo. La cola avanzaba incesante y a buena velocidad. Los encargados parecían estar haciendo un trabajo eficiente a la hora de lidiar con la cola.
—Ha... ¿Hay dos versiones...? —preguntó, con un hilo de voz.
—Pero si quieres podemos ir nada más incribirnos a algún lugar alejado para practicar juntas.
—Puede que sea lo mejor —suspiró, apoyando una mano en su pecho—. Aunque tendremos que tener cuidado con el tiempo que tengamos antes de salir a... al... al... escenario...
Se estremeció de nuevo. La cola avanzaba incesante y a buena velocidad. Los encargados parecían estar haciendo un trabajo eficiente a la hora de lidiar con la cola.