6/11/2017, 15:05
— Juro... Soy Eikyu Juro... No sé nada más que vosotros. Me acabo de despertar en las mismas.
El cuarto en cuestión se presentó como Juro, y para decepción del peliblanco no le conocía, al menos esperaba conocer de antes a sus acompañantes en aquella extraña situación, pero las posibilidades se iban reduciendo cada vez. Pero, de repente, la chica que había preguntado sus nombres, aquella que ya en el puesto de máscaras había llamado su atención se acercó a él rápidamente.
—¿Riko...? ¿Riko-san? ¿Senju Riko, el del Torneo de los Dojos? ¡Soy yo, Ayame! ¡Aotsuki Ayame! ¿Me recuerdas?
El peliblanco dio un brinco, había acertado, conocía a aquella chica y casi instintivamente se lanzó y la dio un abrazo, era alguien conocido, era cierto que la última y primera vez que había coincidido se habían tenido que pelear, con un resultado favorable a la de Ame, pero aún así el estrés de la situación le había provocado dar aquel abrazo de alivio.
— ¡Sí, te recuerdo, por Amaterasu! ¡Qué alegría una cara conocida en esta situación! — Exclamaría cuando se separó de la joven.
El último de los jóvenes se presentó como Jin, al que tampoco conocía pero al menos si que conocía a Ayame y algo era algo.
A lo lejos escucharon ruidos, ramas quebrarse y lo más espeluznante de todo, la risa de una mujer que, sin duda alguna se iba acercando poco a poco, y su pulso comenzó a acelerarse. Una katana desenvainándose. Y aquello fue la gota que colmó el vaso, el poco control que Riko estaba teniendo sobre sus nervios se disipó y solo alcanzó a escuchar la negativa de Jin de entrar a la mansión.
Pero fue Ayame quien tomó el control y explicó de la mejor forma posible que debían entrar en aquella casa, a pesar de no tener la mejor pinta del mundo y Juro aceptó, dándole la razón a la kunoichi.
— ¡Vamos joder! No perdamos más tiempo, estando aquí parados solo dejamos que se nos acerquen más, y para mi el sonido de una katana no me quiere decir que son amigos, ¡vamos! — Sabía que contaba con el apoyo de dos de los tres chicos, por lo que sin pensárselo se dirigió a la puerta de la mansión, esperando que el resto lo siguiera, no era buena idea separarse en aquellos momentos.
El cuarto en cuestión se presentó como Juro, y para decepción del peliblanco no le conocía, al menos esperaba conocer de antes a sus acompañantes en aquella extraña situación, pero las posibilidades se iban reduciendo cada vez. Pero, de repente, la chica que había preguntado sus nombres, aquella que ya en el puesto de máscaras había llamado su atención se acercó a él rápidamente.
—¿Riko...? ¿Riko-san? ¿Senju Riko, el del Torneo de los Dojos? ¡Soy yo, Ayame! ¡Aotsuki Ayame! ¿Me recuerdas?
El peliblanco dio un brinco, había acertado, conocía a aquella chica y casi instintivamente se lanzó y la dio un abrazo, era alguien conocido, era cierto que la última y primera vez que había coincidido se habían tenido que pelear, con un resultado favorable a la de Ame, pero aún así el estrés de la situación le había provocado dar aquel abrazo de alivio.
— ¡Sí, te recuerdo, por Amaterasu! ¡Qué alegría una cara conocida en esta situación! — Exclamaría cuando se separó de la joven.
El último de los jóvenes se presentó como Jin, al que tampoco conocía pero al menos si que conocía a Ayame y algo era algo.
A lo lejos escucharon ruidos, ramas quebrarse y lo más espeluznante de todo, la risa de una mujer que, sin duda alguna se iba acercando poco a poco, y su pulso comenzó a acelerarse. Una katana desenvainándose. Y aquello fue la gota que colmó el vaso, el poco control que Riko estaba teniendo sobre sus nervios se disipó y solo alcanzó a escuchar la negativa de Jin de entrar a la mansión.
Pero fue Ayame quien tomó el control y explicó de la mejor forma posible que debían entrar en aquella casa, a pesar de no tener la mejor pinta del mundo y Juro aceptó, dándole la razón a la kunoichi.
— ¡Vamos joder! No perdamos más tiempo, estando aquí parados solo dejamos que se nos acerquen más, y para mi el sonido de una katana no me quiere decir que son amigos, ¡vamos! — Sabía que contaba con el apoyo de dos de los tres chicos, por lo que sin pensárselo se dirigió a la puerta de la mansión, esperando que el resto lo siguiera, no era buena idea separarse en aquellos momentos.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
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