7/11/2017, 14:18
El camarero se marchó, y Reiji intervino de nuevo, hablando en el idioma de los cuervos. Daruu se cruzó de brazos y entrecerró los ojos, observándole con sospecha. Pero la cuervo que acompañaba a Reiji se apresuró a aclarar lo que le estaba diciendo al animal. Daruu asintió y suspiró.
El cuervo al lado de Daruu torció la cabeza, escuchando con atención, y acto seguido relató lo sucedido (lo siguiente está transcrito directamente a idioma cuervo por comodidad):
—Tengo un nido. Un bonito nido en la azotea de una torre. El otro día, al volver a casa, me encontré con que la cuerda-con-bolas azul había desaparecido. Al día siguiente vi a este de aquí con las bolas en la mano.
»Vale, ahora que lo pienso no era igual. Este era más alto... Pero tenía su mismo pelo. ¡Despeinado hacia la derecha! ¿O era hacia la izquierda?
»Se parecía. De veras. Se parecía mucho. ¡Me tenéis que ayudar!
El cuervo graznó y dio un salto.
—¿Y bien? ¿Qué es lo que dice? —inquirió Daruu, justo cuando el camarero volvía con las bebidas.
El cuervo al lado de Daruu torció la cabeza, escuchando con atención, y acto seguido relató lo sucedido (lo siguiente está transcrito directamente a idioma cuervo por comodidad):
—Tengo un nido. Un bonito nido en la azotea de una torre. El otro día, al volver a casa, me encontré con que la cuerda-con-bolas azul había desaparecido. Al día siguiente vi a este de aquí con las bolas en la mano.
»Vale, ahora que lo pienso no era igual. Este era más alto... Pero tenía su mismo pelo. ¡Despeinado hacia la derecha! ¿O era hacia la izquierda?
»Se parecía. De veras. Se parecía mucho. ¡Me tenéis que ayudar!
El cuervo graznó y dio un salto.
—¿Y bien? ¿Qué es lo que dice? —inquirió Daruu, justo cuando el camarero volvía con las bebidas.