10/11/2017, 14:36
Poco a poco, la afluencia de la gente iba disminuyendo. Paseaban el carrito por la mayoría de las avenidas grandes. Daruu agitaba su campana con una radiante sonrisa, pero marcaba en una lista negra imaginaria a todas las viejas que, desde una esquina, le señalaban, se reían y se burlaban. Tan sólo la mitad de estas señoras se estaban refiriendo a él, pero desde la perspectiva de Daruu habían mil ojos clavados como cuchillos en su espalda de bollito. Jamás se lo perdonaría a su madre.
Decidió que, si de él dependía, si él se hacía Kage alguna vez, tenía que vengarse obligándola a servir como ninja una vez más y enviándola a la tarea más sucia y deleznable que se le pudiera ocurrir.
En fin, el día llegó a su fin y la escasa luz del sol en Amegakure se agotó, dando paso a una noche... lluviosa, cómo no. Los genin habían cumplido su misión, agotando por completo las existencias de los bollitos...
...excepto...
Cuando pasó por debajo de una farola, Ayame se dio cuenta de que allí, al fondo de la última bandeja, descansaba un único y último bollito, que había resistido la venta como un guerrero enfurecido hecho de dulzor y mucho amor.
Era su bollito. El bollito que estaba un poco deforme. El que, al principio de todo, había intentado hacer. Ese bollito.
Y la estaba mirando.
Decía:
Decidió que, si de él dependía, si él se hacía Kage alguna vez, tenía que vengarse obligándola a servir como ninja una vez más y enviándola a la tarea más sucia y deleznable que se le pudiera ocurrir.
En fin, el día llegó a su fin y la escasa luz del sol en Amegakure se agotó, dando paso a una noche... lluviosa, cómo no. Los genin habían cumplido su misión, agotando por completo las existencias de los bollitos...
...excepto...
Cuando pasó por debajo de una farola, Ayame se dio cuenta de que allí, al fondo de la última bandeja, descansaba un único y último bollito, que había resistido la venta como un guerrero enfurecido hecho de dulzor y mucho amor.
Era su bollito. El bollito que estaba un poco deforme. El que, al principio de todo, había intentado hacer. Ese bollito.
Y la estaba mirando.
Decía:
Cómeme, Ayame-chan.