14/11/2017, 15:37
Como supuso en un principio, nadie tenía nada para alumbrar un poco la estancia, pero, dado que se encontraban dentro de una mansión, lo más probable era que pudieran encender las luces de algún modo, aunque dada la situación, el peliblanco no era capaz de pensar con demasiada claridad.
—Podemos buscar la cocina, seguro que allí encontraremos algo con lo que hacer fuego, tal vez cerillas o una vela. También puede que encontremos algún arma, quizás un cuchillo, para defendernos, porque, chicos, si nosotros hemos podido entrar, imaginaos ellos, que tal vez incluso sean los dueños. Tenemos que movernos rápido, y no creo que sea buena idea separarnos.
Jin fue el que tuvo la mejor idea, buscar la cocina no solo les aportaría luz, si no que podía proveerlos de armas como cuchillos y cosas así, por lo que asintió enérgicamente.
— Estoy de acuerdo. Carguemos con ellas, aunque sea entre todos, pero movámonos ya. En march...
El sonido de una puerta abriéndose interrumpió las palabras de Juro y, antes de que se percatara vio como Ayame se había lanzado hacia la luz, en busca de refugio e, instintivamente y a la par que Juro, salió corriendo detrás de ella, no era la mejor idea lanzarse así como así hacia un lugar que se había abierto por su cuenta y riesgo.
—¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!
Juro fue el primero en llegar hasta ella, y cuando lo hizo quedó paralizado, no gritó, pero el terror se podía ver en su rostro, por lo que en cuanto el peliblanco llegó al umbral de la puerta dirigió una mirada temerosa al interior, y lo que vio le revolvió las tripas.
Apartó la mirada casi instantáneamente, pero antes de hacerlo se fijó en un papel que había cerca del cadáver y, haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad habló.
— Por lo que más queráis, que no se me cierre la puerta, ¿vale?
Y sin pensarlo más veces se internó en la habitación, mirando única y exclusivamente el papel y evitando lo máximo posible respirar para no oler nada de lo que pudiera haber allí, cuando llegó al papel, se agachó y rápidamente trató de salir de aquella sala, dejando de lado el cadáver y todo lo que podía implicar.
—Podemos buscar la cocina, seguro que allí encontraremos algo con lo que hacer fuego, tal vez cerillas o una vela. También puede que encontremos algún arma, quizás un cuchillo, para defendernos, porque, chicos, si nosotros hemos podido entrar, imaginaos ellos, que tal vez incluso sean los dueños. Tenemos que movernos rápido, y no creo que sea buena idea separarnos.
Jin fue el que tuvo la mejor idea, buscar la cocina no solo les aportaría luz, si no que podía proveerlos de armas como cuchillos y cosas así, por lo que asintió enérgicamente.
— Estoy de acuerdo. Carguemos con ellas, aunque sea entre todos, pero movámonos ya. En march...
El sonido de una puerta abriéndose interrumpió las palabras de Juro y, antes de que se percatara vio como Ayame se había lanzado hacia la luz, en busca de refugio e, instintivamente y a la par que Juro, salió corriendo detrás de ella, no era la mejor idea lanzarse así como así hacia un lugar que se había abierto por su cuenta y riesgo.
—¡¡¡AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!
Juro fue el primero en llegar hasta ella, y cuando lo hizo quedó paralizado, no gritó, pero el terror se podía ver en su rostro, por lo que en cuanto el peliblanco llegó al umbral de la puerta dirigió una mirada temerosa al interior, y lo que vio le revolvió las tripas.
Apartó la mirada casi instantáneamente, pero antes de hacerlo se fijó en un papel que había cerca del cadáver y, haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad habló.
— Por lo que más queráis, que no se me cierre la puerta, ¿vale?
Y sin pensarlo más veces se internó en la habitación, mirando única y exclusivamente el papel y evitando lo máximo posible respirar para no oler nada de lo que pudiera haber allí, cuando llegó al papel, se agachó y rápidamente trató de salir de aquella sala, dejando de lado el cadáver y todo lo que podía implicar.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»