11/12/2017, 01:56
El Uchiha esbozó una sonrisa nerviosa. Conocía a la pelirroja lo suficiente como para ser consciente de lo taciturna que era siempre pero no estaba dispuesto a rendirse con ella. Se apartó con ligereza el sudor que jugueteaba en su frente y se aclaró la voz.
—¿Te importaría entrenar conmigo, ya que estás aquí? —le pidió con tono amable—. Me vendría bien una ayuda, y así de paso aprendemos a compenetrarnos mejor, ¿te parece? ¡Después de todo, somos compañeros de equipo!
Trató de sonar lo más convencido que pudo. Quizás la muchacha le mandaría a freír espárragos, pero se sentía dispuesto a arriesgarse.
—¿Te importaría entrenar conmigo, ya que estás aquí? —le pidió con tono amable—. Me vendría bien una ayuda, y así de paso aprendemos a compenetrarnos mejor, ¿te parece? ¡Después de todo, somos compañeros de equipo!
Trató de sonar lo más convencido que pudo. Quizás la muchacha le mandaría a freír espárragos, pero se sentía dispuesto a arriesgarse.