11/12/2017, 02:13
El moreno torció el gesto con desasosiego. ¿Por qué no le extrañaba tal respuesta?
—¡Pero...! ¿Ni un poco de Taijutsu? —le insistó— ¡Ya sabes, golpes y llaves básicas! Me vendría muy bien algo de práctica con eso, y no puedo hacerlo yo solo, necesito a alguien que lo haga conmigo. ¡Haré lo que quieras cuando terminemos!
Más que expectante, el joven se postró de rodillas y puso la frente contra el suelo del tatami, llevando a cabo un milenario y exagerado gesto de súplica. «Si así no acepta... no sé qué hacer.».
—¡Pero...! ¿Ni un poco de Taijutsu? —le insistó— ¡Ya sabes, golpes y llaves básicas! Me vendría muy bien algo de práctica con eso, y no puedo hacerlo yo solo, necesito a alguien que lo haga conmigo. ¡Haré lo que quieras cuando terminemos!
Más que expectante, el joven se postró de rodillas y puso la frente contra el suelo del tatami, llevando a cabo un milenario y exagerado gesto de súplica. «Si así no acepta... no sé qué hacer.».