11/12/2017, 02:41
Se alzó con la agilidad de mil demonios, blandiendo una sonrisa traviesa. En gran parte se sentía culpable puesto que parecía estar inoportunado socialmente a Ritsuko, pero en esos instantes se veía demasiado absorbido por la euforia de salirse con la suya como para que le importase.
—¡Muchas gracias! —exclamó con vigor.
Su llegada a Kusagakure había sido, como poco, desafortunada. Tan desafortunada como imprevista, de hecho. No tenía amigos, y con el estado en el que se encontraba su querida melliza, un apoyo o dos no le vendrían en absoluto mal. Todo era una estratagema por parte del Uchiha para poder estrechar lazos. Y ya de paso, tratar de animar a la pelirroja; le preocupaba verla siempre tan alicaída.
—Sí, solo Taijutsu —aceptó con júbilo, llevando a cabo un solo sello, uno que le habían mostrado en la academia y que se utilizaba para saludar de forma respetuosa a un oponente.
»Sé suave conmigo, jajaja. Puedo comenzar yo o hacerlo tú, como prefieras.
—¡Muchas gracias! —exclamó con vigor.
Su llegada a Kusagakure había sido, como poco, desafortunada. Tan desafortunada como imprevista, de hecho. No tenía amigos, y con el estado en el que se encontraba su querida melliza, un apoyo o dos no le vendrían en absoluto mal. Todo era una estratagema por parte del Uchiha para poder estrechar lazos. Y ya de paso, tratar de animar a la pelirroja; le preocupaba verla siempre tan alicaída.
—Sí, solo Taijutsu —aceptó con júbilo, llevando a cabo un solo sello, uno que le habían mostrado en la academia y que se utilizaba para saludar de forma respetuosa a un oponente.
»Sé suave conmigo, jajaja. Puedo comenzar yo o hacerlo tú, como prefieras.