11/12/2017, 12:58
-Ryōtarō Ritsuko – Repitió su nombre mientras la joven la saludaba formalmente. Intentaría recordarlo, aunque normalmente solía recordar los nombres de gente más cercana a su edad, y no de avanzada edad. No es que tuviera un problema con ello, es que simplemente si no le repetían varias veces el nombre de alguien para poder asociarlo con esa persona, a Rika no le denotaba especial atención y entonces, no lo iba a recordar.
La chica aceptó ayudarla a buscar al gato del sensei. No dijo mucho más, y es qué, no parecía estar realmente apasionada con aquello. Rika tampoco lo estaba, pero quería salvaguardar su fofo culo. Comenzaron a caminar por una de las calles principales de kusagakure, sin encontrar rastro de aquel pequeño y en completo silencio.
Rika no articuló palabra en un primer momento, pues no sabía tampoco de que hablar con aquella chica, así que se mantuvo en silencio un breve periodo de tiempo hasta que se dio cuenta de que la forma en la que estaban buscando a aquella criatura era totalmente ineficaz y con ello solo conseguirían malgastar su tiempo. Bufó, lo hizo, y seguramente Ritsuko se dio cuenta de ello. Parecía frustrada con aquello.
- Si fueras un gato ¿Dónde irías Rit? – Le preguntó de sopetón tras la bufada, y sin llegar a pronunciar todo el nombre de la chica, puesto que no recordaba la última sílaba y no quiso arriesgarse a equivocarse. Rika no brillaba por su especial carisma, y también influía la situación y el día que era.
Había que pensar un poco y darle al coco. Pero no fue el coco lo que funcionó sino el estómago de Rika que rugió levemente. Sin comida no podría pensar con claridad, aunque sin darse cuenta quizá estaba dándole una pista a la otra muchacha para comenzar a planificar la captura del gato.
La chica aceptó ayudarla a buscar al gato del sensei. No dijo mucho más, y es qué, no parecía estar realmente apasionada con aquello. Rika tampoco lo estaba, pero quería salvaguardar su fofo culo. Comenzaron a caminar por una de las calles principales de kusagakure, sin encontrar rastro de aquel pequeño y en completo silencio.
Rika no articuló palabra en un primer momento, pues no sabía tampoco de que hablar con aquella chica, así que se mantuvo en silencio un breve periodo de tiempo hasta que se dio cuenta de que la forma en la que estaban buscando a aquella criatura era totalmente ineficaz y con ello solo conseguirían malgastar su tiempo. Bufó, lo hizo, y seguramente Ritsuko se dio cuenta de ello. Parecía frustrada con aquello.
- Si fueras un gato ¿Dónde irías Rit? – Le preguntó de sopetón tras la bufada, y sin llegar a pronunciar todo el nombre de la chica, puesto que no recordaba la última sílaba y no quiso arriesgarse a equivocarse. Rika no brillaba por su especial carisma, y también influía la situación y el día que era.
Había que pensar un poco y darle al coco. Pero no fue el coco lo que funcionó sino el estómago de Rika que rugió levemente. Sin comida no podría pensar con claridad, aunque sin darse cuenta quizá estaba dándole una pista a la otra muchacha para comenzar a planificar la captura del gato.