11/12/2017, 20:09
Puesto en una situación precaria, el moreno no pudo evitar el placaje de su contrincante, que lo derribó. No obstante, tan pronto su espalda rozó el suelo, el genin rodó hacia atrás y se alzó al vuelo, recuperando la postura y el equilibrio de inmediato. Recuperó su sonrisa desafiante, que se había esfumado durante un instante —reemplazada por una mueca de sorpresa— cuando Ritsuko detuvo y consiguientemente amarró su extremidad.
Retornó al contraataque. En esta ocasión hizo el amago de golpearla con su puño derecho, pero antes de llevar a cabo el ataque aprovechó la inercia de sus movimientos para agacharse de sopetón y extender su pierna derecha, realizando un barrido con el que desestabilizarla y hacerla caer al suelo.
Así ya no sería el único que había comprobado la dureza del tatami.
Retornó al contraataque. En esta ocasión hizo el amago de golpearla con su puño derecho, pero antes de llevar a cabo el ataque aprovechó la inercia de sus movimientos para agacharse de sopetón y extender su pierna derecha, realizando un barrido con el que desestabilizarla y hacerla caer al suelo.
Así ya no sería el único que había comprobado la dureza del tatami.