11/12/2017, 20:49
«¡Bingo!», un golpe directo. Había logrado tomar a la chica en pleno salto y esta cayó de manera aparatosa cuando logró desestabilizarla. Mas la bravuconería se le escapó cuando escuchó el gemido de dolor de la pelirroja. Su bondad y buenos modales le llevaron a bajar la guardia, ¿y si se había golpeado de mala manera en algún lugar frágil?
Acalorado por la preocupación, alzó ambos brazos en gesto pacífico, mirándola.
—¿Estás bien, Rit—? —no tuvo tiempo a finalizar sus palabras.
Su rostro estaba muy ocupado registrando el dolor del puño de la fémina que le acertó de lleno en la nariz. Retrocedió, casi cayendo de culo en el proceso, y se llevó las manos a la cara. La nariz le sangraba.
—¡OUCH, OUCH! —espetó, naturalmente dolorido.
Acalorado por la preocupación, alzó ambos brazos en gesto pacífico, mirándola.
—¿Estás bien, Rit—? —no tuvo tiempo a finalizar sus palabras.
Su rostro estaba muy ocupado registrando el dolor del puño de la fémina que le acertó de lleno en la nariz. Retrocedió, casi cayendo de culo en el proceso, y se llevó las manos a la cara. La nariz le sangraba.
—¡OUCH, OUCH! —espetó, naturalmente dolorido.