11/12/2017, 23:04
Sus halagos cayeron en saco roto. No importaba. Aunque era cierto que le había logrado encajar de pleno tal golpe porque andaba con otras prioridades en ese fatídico momento, tampoco olvidaba su bloqueo seguido de tan decidido placaje. Creía de verdad que era buena, y no comprendía el motivo por el que se tenía tan poca estima.
Se sentó frente a ella, todavía preocupado. Ritsuko le insistó, una vez más, en que Rika seguiría siendo mejor compañera de entrenamiento, a lo que él negó con la cabeza varias veces.
—No pongo en duda las capacidades de Rika, pero tú eres igual de válida. ¡Mira el golpe que me pegaste, eso despeja todas las dudas! Los tres somos buenos —expresó con convicción— ¿Por qué tienes tan poca confianza en ti misma? Yo creo que me estabas ganando.
Señaló el paño.
—¿Y de dónde has sacado ese pañuelo? Tiene un aspecto extraño, como si lo hubieran arrancado de alguna parte...
Se sentó frente a ella, todavía preocupado. Ritsuko le insistó, una vez más, en que Rika seguiría siendo mejor compañera de entrenamiento, a lo que él negó con la cabeza varias veces.
—No pongo en duda las capacidades de Rika, pero tú eres igual de válida. ¡Mira el golpe que me pegaste, eso despeja todas las dudas! Los tres somos buenos —expresó con convicción— ¿Por qué tienes tan poca confianza en ti misma? Yo creo que me estabas ganando.
Señaló el paño.
—¿Y de dónde has sacado ese pañuelo? Tiene un aspecto extraño, como si lo hubieran arrancado de alguna parte...