11/12/2017, 23:11
No importa cuánto intentes animarla, jamás lograrás hacerlo, ¡jamás! A no ser… que se recurra a otros medios, ciertas sustancias que en sí no debería de consumir por ser menor pero… no, no hay nada de eso cerca y de cualquier manera habría que obligarla. ¡Idea descartada!
—Porque sé lo que soy y lo que valgo —afirmó con absoluta seguridad.
No hay manera de que le puedan negar eso, más siendo una persona que apenas la habría visto un par de veces. Dicho de otra manera, aquel Uchiha que tenía justo delante no la conocía lo suficiente como para poder sacar conclusiones.
Aunque la conversación se desvió tomando como eje centra el paño que estaba ahí en el piso a un lado de ella. Un trozo rasgado de tela —debido a un pésimo corte hecho con un kunai— completamente teñido de rojo gracias a la sangre del shinobi, aunque si se miraba en dirección a las pertenencias de la kunoichi podría apreciarse como en un extremo faltaba algo, un trozo de la tela…
—No importa eso —afirmó, aun alicaída, ¿cómo más sino?—. ¿Seguro que no quieres ir a que te revisen? —esta vez la mirada de la pelirroja lentamente fue alzándose, buscando mirar a los ojos al contrario con cierto temor.
—Porque sé lo que soy y lo que valgo —afirmó con absoluta seguridad.
No hay manera de que le puedan negar eso, más siendo una persona que apenas la habría visto un par de veces. Dicho de otra manera, aquel Uchiha que tenía justo delante no la conocía lo suficiente como para poder sacar conclusiones.
Aunque la conversación se desvió tomando como eje centra el paño que estaba ahí en el piso a un lado de ella. Un trozo rasgado de tela —debido a un pésimo corte hecho con un kunai— completamente teñido de rojo gracias a la sangre del shinobi, aunque si se miraba en dirección a las pertenencias de la kunoichi podría apreciarse como en un extremo faltaba algo, un trozo de la tela…
—No importa eso —afirmó, aun alicaída, ¿cómo más sino?—. ¿Seguro que no quieres ir a que te revisen? —esta vez la mirada de la pelirroja lentamente fue alzándose, buscando mirar a los ojos al contrario con cierto temor.