12/12/2017, 00:43
Todo ello le llevó a avergonzarse al 100%. No podía creer que hubiera inoportunado tanto a su compañera, hasta el punto de obligarla a romper uno de sus ropajes para ayudarle. Si hubiera estado más atento esto no habría ocurrido.
—¡Oh dios mío, permíteme que te pague los daños! —le pidió como si le fuera la vida en ello, meneando los brazos para mayor efecto— ¡Me sabe fatal, de veras!
Suspiró, y en esta ocasión, con un tono mucho más moderado, dijo:
—Pero gracias...
—¡Oh dios mío, permíteme que te pague los daños! —le pidió como si le fuera la vida en ello, meneando los brazos para mayor efecto— ¡Me sabe fatal, de veras!
Suspiró, y en esta ocasión, con un tono mucho más moderado, dijo:
—Pero gracias...