12/12/2017, 13:41
Ritsuko indicó donde estaba la pescadería que buscaban. La inteligencia de Rika no es que fuera muy elevada pero lo suficiente como para pensar un sencillo plan. Una trampa para aquel gato. Lo tenía ya todo en su mente bien montado y creía que no fallaría nada de nada. Mientras regresaban a donde estaba la pescadería, rebuscó en sus bolsillos, para encontrar ahora de nuevo los ryos que iba a utilizar en los bollos de carne y qué, ahora serían malgastados en un par de pescados.
- ¡Un par de sardinas por favor! – Pidió Rika. Fue el primer pescado que se le vino a la mente. Sardinas. Ella pensó que eso le gustaría al gato, aunque ella lo detestaba bastante, igual que su olor.
En cuanto el dependiente le dio las sardinas en un papel que las rodeabas, Rika se acercó a Ritsuko para ofrecérselas mientras la sarutobi hacía una cara de rechazo hacia aquello.
- Aguántalas. Tengo una idea. – Le dijo, aunque más bien parecía que estaba ordenándole que hiciera aquello, pero no, en aquel momento tenía una idea, y no podía dejar escaparla de su mente.
Rebuscó entre sus bolsillos y pertenencias, sacando un hilo de entre ellas.
- ¿Tienes algo punzante? – Preguntó a Ritsuko, ya que ella se había dejado sus armas en casa, solamente portaba el hilo con ella. – Cogemos y le hacemos una incisión aquí, y aquí, pasamos el hilo por el hueco y lo tenemos. Solo tendremos que colocarlo en algún sitio, esperar que aparezca el gato, mover el hilo para que él siga la comida y ¡lo atrapamos! – Explicó gráficamente y con bastante euforia, incluso realizando gestos con sus manos como si estuviera pinchando de verdad ella al pescado.
- ¡Un par de sardinas por favor! – Pidió Rika. Fue el primer pescado que se le vino a la mente. Sardinas. Ella pensó que eso le gustaría al gato, aunque ella lo detestaba bastante, igual que su olor.
En cuanto el dependiente le dio las sardinas en un papel que las rodeabas, Rika se acercó a Ritsuko para ofrecérselas mientras la sarutobi hacía una cara de rechazo hacia aquello.
- Aguántalas. Tengo una idea. – Le dijo, aunque más bien parecía que estaba ordenándole que hiciera aquello, pero no, en aquel momento tenía una idea, y no podía dejar escaparla de su mente.
Rebuscó entre sus bolsillos y pertenencias, sacando un hilo de entre ellas.
- ¿Tienes algo punzante? – Preguntó a Ritsuko, ya que ella se había dejado sus armas en casa, solamente portaba el hilo con ella. – Cogemos y le hacemos una incisión aquí, y aquí, pasamos el hilo por el hueco y lo tenemos. Solo tendremos que colocarlo en algún sitio, esperar que aparezca el gato, mover el hilo para que él siga la comida y ¡lo atrapamos! – Explicó gráficamente y con bastante euforia, incluso realizando gestos con sus manos como si estuviera pinchando de verdad ella al pescado.