12/12/2017, 17:50
Las cosas que no conoces suelen causarte o bien miedo o bien parecerte misteriosas e interesantes. La cuervo de Reiji tenía de cosas que desconocía, pero también de cosas que conocía. No sólo hablaba como un ser humano, sino se comportaba como uno también. Como uno orgulloso y algo egocéntrico. Además de cotilla.
Pero era graciosa, y Daruu se rió con su respuesta.
De Reiji aprendió que también era un muchacho misterioso e interesante, aunque un poco pedante, y hablaba con aquél rintintín de quien se cree mejor que los demás. Todo el mundo tiene defectos, pensó Daruu. Al menos, era un muchacho con predisposición a ayudar.
Le pidió al cuervo que había acosado a Daruu que no volviese a atacar a nadie sin pruebas, en idioma cuervo, por supuesto.
—Bwark-ba... —(Lo prometo...), dijo el animal, cabizbajo.
—Está bien, ahora concentrémonos en comer, ¡que está todo muy rico! Y luego buscaremos a tu ladrón.
Daruu y Reiji caminaban bajo la incesante tormenta de la Villa Oculta de la Lluvia. Ahora estaban en una azotea, a petición del propio Daruu, cercana al lugar donde el cuervo había visto el robo.
—Aún así, no te aseguro que pueda encontrarlo aquí —advirtió a Reiji, a quien había confiado la humilde tarea de hacer de intérprete entre él y el cuervo, que se había adueñado de su hombro derecho—, ten en cuenta que desde que te robó esta mañana, pudo haberse ido a cualquier parte de la aldea.
—B-bwark, ¿ba-babawrk babarwk? Ba-bawrak baba-bawrk bwak babark bwa-bwrararawk, bobwark ba babwark brabrabawrka. —(Oye, ¿qué pretende? Desde aquí arriba ni siquiera nosotros podremos distinguir a nadie y mucho menos lo que lleva encima).
Pero era graciosa, y Daruu se rió con su respuesta.
De Reiji aprendió que también era un muchacho misterioso e interesante, aunque un poco pedante, y hablaba con aquél rintintín de quien se cree mejor que los demás. Todo el mundo tiene defectos, pensó Daruu. Al menos, era un muchacho con predisposición a ayudar.
Le pidió al cuervo que había acosado a Daruu que no volviese a atacar a nadie sin pruebas, en idioma cuervo, por supuesto.
—Bwark-ba... —(Lo prometo...), dijo el animal, cabizbajo.
—Está bien, ahora concentrémonos en comer, ¡que está todo muy rico! Y luego buscaremos a tu ladrón.
· · ·
Daruu y Reiji caminaban bajo la incesante tormenta de la Villa Oculta de la Lluvia. Ahora estaban en una azotea, a petición del propio Daruu, cercana al lugar donde el cuervo había visto el robo.
—Aún así, no te aseguro que pueda encontrarlo aquí —advirtió a Reiji, a quien había confiado la humilde tarea de hacer de intérprete entre él y el cuervo, que se había adueñado de su hombro derecho—, ten en cuenta que desde que te robó esta mañana, pudo haberse ido a cualquier parte de la aldea.
—B-bwark, ¿ba-babawrk babarwk? Ba-bawrak baba-bawrk bwak babark bwa-bwrararawk, bobwark ba babwark brabrabawrka. —(Oye, ¿qué pretende? Desde aquí arriba ni siquiera nosotros podremos distinguir a nadie y mucho menos lo que lleva encima).