12/12/2017, 21:34
Ignoró su cabezonería, sin molestarse en dirigirle palabra alguna. Cuando llegara el momento de dormir le prepararía el futón, se lo tiraría a la cara si era necesario, pero no estaba dispuesto a que pasara la noche sin una comodidad mínima.
Al menos parecía que su alcohol le gustaba. No era en absoluto consciente de que había dado con la herramienta perfecta para camelarse a Ritsuko y así ir derrotando a su negatividad, aunque fuera de forma temporal. Ya se iría dando cuenta, quizás, más tarde...
—¿Te gusta? ¡Me alegro! —afirmó tras dejar reposar su vasito, vacío, sobre la mesa— Toma el sake que quieras, estás en tu casa.
Con todo dicho y hecho, se dedicó un "itadakimasu" a sí mismo y se dedicó a devorar el bol de arroz de una manera correspondiente con su apetito.
Al menos parecía que su alcohol le gustaba. No era en absoluto consciente de que había dado con la herramienta perfecta para camelarse a Ritsuko y así ir derrotando a su negatividad, aunque fuera de forma temporal. Ya se iría dando cuenta, quizás, más tarde...
—¿Te gusta? ¡Me alegro! —afirmó tras dejar reposar su vasito, vacío, sobre la mesa— Toma el sake que quieras, estás en tu casa.
Con todo dicho y hecho, se dedicó un "itadakimasu" a sí mismo y se dedicó a devorar el bol de arroz de una manera correspondiente con su apetito.