12/12/2017, 22:27
Rika asíntió, realmente no se había parado a pensar en su compañera cuando explicaba todo el plan, y es que ahora mismo Ritsuko estaba bastante cargada de cosas. La kunoichi ofreció que la inventora del plan, lo llevara a cabo ella misma. Se había vuelto en contra de Rika, pero no podía hacer otra cosa. Se llevó una mano a la nariz, tapándosela para no oler aquel apestoso pescado y con la otra, se propuso a indagar en la indumentaria de Ritsuko.
- Voy a meter la mano ahí, atenta. – Alertó Rika, como si su compañera pudiera ayudarle de alguna forma o esperaba que hiciera algo con aquella situación. Lentamente fue desplazando su mano hasta que tocó el frío metal de algún objeto. Ahora bien, ¿era kunai o era shuriken?
Debería arriesgarse más y meter la mano dentro. Y así lo hizo. Introdujo más su mano, y sacó lo primero que pudo, incluso estuvo a punto de cortarse con algo, pero no le dio importancia. Había dado con un shuriken, pero no pasaba nada. Se encogió de brazos y dijo que funcionaría igual.
- Bien. Con esto puedo agujerear a ese pescado. – Le cogió de nuevo el papel con el pescado y eso hizo. Le clavó el shuriken de la joven en mitad del cuerpo y le abrió, un agujero de lado a lado. Tras hacerlo con las dos sardinas, pasó el hilo por ellas y las dejó a modo de unas prendas colgadas en una cuerda de tender.
Haciendo todo aquello, inhalo demasiado olor y vio cosas que no deseaba ver. Cogió el hilo y le pidió de nuevo a Ritsuko que lo sujetara, mientras ella se daba la vuelta, ponía las manos en la boca y estuvo a punto de vomitar.
- Puagh… – Soltó.
Durante unos segundos pareció que de verdad iba a vomitar, pero se pudo recuperar y era capaz de reanudar la marcha.
- Si sale esto bien te invito a un par de bollos de carne.
- Voy a meter la mano ahí, atenta. – Alertó Rika, como si su compañera pudiera ayudarle de alguna forma o esperaba que hiciera algo con aquella situación. Lentamente fue desplazando su mano hasta que tocó el frío metal de algún objeto. Ahora bien, ¿era kunai o era shuriken?
Debería arriesgarse más y meter la mano dentro. Y así lo hizo. Introdujo más su mano, y sacó lo primero que pudo, incluso estuvo a punto de cortarse con algo, pero no le dio importancia. Había dado con un shuriken, pero no pasaba nada. Se encogió de brazos y dijo que funcionaría igual.
- Bien. Con esto puedo agujerear a ese pescado. – Le cogió de nuevo el papel con el pescado y eso hizo. Le clavó el shuriken de la joven en mitad del cuerpo y le abrió, un agujero de lado a lado. Tras hacerlo con las dos sardinas, pasó el hilo por ellas y las dejó a modo de unas prendas colgadas en una cuerda de tender.
Haciendo todo aquello, inhalo demasiado olor y vio cosas que no deseaba ver. Cogió el hilo y le pidió de nuevo a Ritsuko que lo sujetara, mientras ella se daba la vuelta, ponía las manos en la boca y estuvo a punto de vomitar.
- Puagh… – Soltó.
Durante unos segundos pareció que de verdad iba a vomitar, pero se pudo recuperar y era capaz de reanudar la marcha.
- Si sale esto bien te invito a un par de bollos de carne.