12/12/2017, 23:36
"Por nada en especial".
Le dedicó una mueca de extrema incredulidad. La mantuvo durante unos segundos, queriendo abrumarla con ella y hacer bien patente su descontento frente a una respuesta tan débil. Chasqueó la lengua. Cuando se trataba de ayudar a alguien, incluso a un desconocido, Ralexion podía llegar a ser muy pesado.
La pelirroja estaba a punto de comprobarlo.
—Claro que sí, y yo me lo creo, amiga —le replicó.
Comenzaba a notar la fuerza del alcohol en su sistema, haciéndole sentir algo aturtido y aportándole un tinte de borrosidad en la vista, pero a su vez más abierto y más alegre, capaz de enfrentarse a cualquier cosa. Ergo, solo comprendía que su QUERIDÍSIMA compañera de equipo se notaba falta de ánimos y él debía de apoyarla con todo su afán.
Para darle fuerza a su argumento mental volvió a colmar de sake ambas copas.
—¡Vamos, Ritsuko, no seas así! ¡A cambio de que respondas puedo contarte mi vida si quieres!
Le dedicó una mueca de extrema incredulidad. La mantuvo durante unos segundos, queriendo abrumarla con ella y hacer bien patente su descontento frente a una respuesta tan débil. Chasqueó la lengua. Cuando se trataba de ayudar a alguien, incluso a un desconocido, Ralexion podía llegar a ser muy pesado.
La pelirroja estaba a punto de comprobarlo.
—Claro que sí, y yo me lo creo, amiga —le replicó.
Comenzaba a notar la fuerza del alcohol en su sistema, haciéndole sentir algo aturtido y aportándole un tinte de borrosidad en la vista, pero a su vez más abierto y más alegre, capaz de enfrentarse a cualquier cosa. Ergo, solo comprendía que su QUERIDÍSIMA compañera de equipo se notaba falta de ánimos y él debía de apoyarla con todo su afán.
Para darle fuerza a su argumento mental volvió a colmar de sake ambas copas.
—¡Vamos, Ritsuko, no seas así! ¡A cambio de que respondas puedo contarte mi vida si quieres!