13/12/2017, 01:40
Algo lo amarró con fuerza, de imprevisto. El Uchiha no pudo si no dejar escapar un quejido, dolor y sorpresa en similares cantidades. Trató de forcejar, pero era inútil, horrendamente estéril. ¿Qué cojones era eso? Sentía la endemoniada firmeza de su captor, mas no sentía con ella la conocida presencia de un cuerpo físico.
Era como si la propia oscuridad lo apresara...
—¡Ritsuko...! ¡Ten cuidado, aquí hay algo...! ¡No me deja moverme, y seguro que tiene a Rika también...! —se apresuró a advertir a su compañera, desconocedor de si a ella había corrido la misma suerte.
Era como si la propia oscuridad lo apresara...
—¡Ritsuko...! ¡Ten cuidado, aquí hay algo...! ¡No me deja moverme, y seguro que tiene a Rika también...! —se apresuró a advertir a su compañera, desconocedor de si a ella había corrido la misma suerte.