13/12/2017, 01:50
Se limitó a asentir, ya que se veía demasiado cansado —además de afectado todavía por su repentina arremetida sentimental— como para llevarle la contraria a la tozuda pelirroja. Los dos jóvenes retornaron a la sala de estar, y mientras Ritsuko se ocultaba bajo la mesa como si se tratara de un insecto generando su crisálida, el Uchiha se internó en su cuarto para rebuscar en el único armario del que disponía el habitáculo.
Minutos más tarde retornó a donde se encontraba con anterioridad, portando en su diestra lo que parecía ser una almohada de color blanco.
—Toma, aquí tienes, que el suelo está muy duro —y así se agachó para tenderle el objeto—. Estaré aquí al lado, si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme.
Readquirió su previa altura, y a no ser que la muchacha le dijera algo o lo detuviese, se metería en su habitación.
Minutos más tarde retornó a donde se encontraba con anterioridad, portando en su diestra lo que parecía ser una almohada de color blanco.
—Toma, aquí tienes, que el suelo está muy duro —y así se agachó para tenderle el objeto—. Estaré aquí al lado, si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme.
Readquirió su previa altura, y a no ser que la muchacha le dijera algo o lo detuviese, se metería en su habitación.