13/12/2017, 15:34
Genial, ahora Ritsuko se sentía mal por lo inútil que era.
En cuanto la Sarutobi escuchó las quejas de la pelirroja no dudó en arrebatarle todo de las manos y demostrarle que realmente podría haber llevado a cabo el trabajo por sí misma sin ayuda de nadie. Pero no dijo nada, simplemente infló las mejillas con aire y siguió a la contraria hasta detrás del tronco, abrazándose a su bolsa de bollos de carne.
Se mantuvo en silencio, tomó asiento usando el tronco de respaldo y esperó pacientemente a que se diga algo u ocurra algo en lo que ella se comía uno de los múltiples bollos de carne que tenía.
Hasta que un gatito se le comenzó a acercar, parecía interesado… probablemente en el bollo.
—¿Prefieres la carne? —le preguntó al minino, ignorando que podría tratarse justamente del animal al que habían estado buscando.
La pelirroja estiró una mano con la intención de acariciar al animal, pero una voz proveniente de arriba la asustó tanto a ella como a Rika y al propio gato, este último salió corriendo.
Ritsuko no supo cómo reaccionar más que dando un pequeño respingo en su lugar, incluso reventó el bollo en su mano al apretarlo.
—Joo… —protestó olvidándose de siquiera comprobar lo que ocurría a su alrededor.
En cuanto la Sarutobi escuchó las quejas de la pelirroja no dudó en arrebatarle todo de las manos y demostrarle que realmente podría haber llevado a cabo el trabajo por sí misma sin ayuda de nadie. Pero no dijo nada, simplemente infló las mejillas con aire y siguió a la contraria hasta detrás del tronco, abrazándose a su bolsa de bollos de carne.
Se mantuvo en silencio, tomó asiento usando el tronco de respaldo y esperó pacientemente a que se diga algo u ocurra algo en lo que ella se comía uno de los múltiples bollos de carne que tenía.
Hasta que un gatito se le comenzó a acercar, parecía interesado… probablemente en el bollo.
—¿Prefieres la carne? —le preguntó al minino, ignorando que podría tratarse justamente del animal al que habían estado buscando.
La pelirroja estiró una mano con la intención de acariciar al animal, pero una voz proveniente de arriba la asustó tanto a ella como a Rika y al propio gato, este último salió corriendo.
Ritsuko no supo cómo reaccionar más que dando un pequeño respingo en su lugar, incluso reventó el bollo en su mano al apretarlo.
—Joo… —protestó olvidándose de siquiera comprobar lo que ocurría a su alrededor.