13/12/2017, 16:05
«Mantén la calma, no te apures, no pasa nada...», se repetía una y otra vez como si de un mantra se tratase. Podría decirle que sí y quedarse en cama hasta que ella se marcharse, pero ello equivaldría a no cumplir con sus intenciones de ayudarla a encontrar el camino de vuelta a su hogar...
—No no, no me parece buena idea dejarte vagar sola hasta que des con el lugar, entre los dos será más sencillo encontrarlo —replicó, concentrándose muy, MUY fuerte en pos de no sonrojarse.
¿Por qué, maldita sea, no se le iba aquella imagen de la mente y ese ardor de la cintura? Maldita la biología que le había hecho nacer hombre. Maldita su falta de sentido y preocaución al estar recién despertado.
—No no, no me parece buena idea dejarte vagar sola hasta que des con el lugar, entre los dos será más sencillo encontrarlo —replicó, concentrándose muy, MUY fuerte en pos de no sonrojarse.
¿Por qué, maldita sea, no se le iba aquella imagen de la mente y ese ardor de la cintura? Maldita la biología que le había hecho nacer hombre. Maldita su falta de sentido y preocaución al estar recién despertado.