13/12/2017, 17:20
Sus precauciones cayeron en saco roto cuando la pelirroja cayó, literalmente, de espaldas frente a él, entre sus piernas abiertas. Echó a reír, encontrando gracioso que alguien fuera incapaz de reaccionar a tiempo y caer de una forma tan ridícula en sus narices.
—Oh, Ritsuko-san... ¿sigues durmiendo? —se mofó.
Retrocedió un solo paso y se agachó frente a la muchacha, tomándola de las axilas con la intención de auxiliar sus mociones de incorporación. Sin embargo, cuando ella ya se había alzado a medias, el contacto físico lo llevó a abrazarla de nuevo por la espalda, apresándola en el sitio. No sabía muy bien porqué lo había hecho, simplemente se dejó llevar y le pareció lo adecuado.
—Eres un poco idiota... pero eso solo me da más ganas de echarte una mano —murmuró.
Entonces la dejaría ir, libre de levantarse si la genin lo deseaba. Él mismo se puso en pie y cruzó los brazos.
—¿Vamos?
—Oh, Ritsuko-san... ¿sigues durmiendo? —se mofó.
Retrocedió un solo paso y se agachó frente a la muchacha, tomándola de las axilas con la intención de auxiliar sus mociones de incorporación. Sin embargo, cuando ella ya se había alzado a medias, el contacto físico lo llevó a abrazarla de nuevo por la espalda, apresándola en el sitio. No sabía muy bien porqué lo había hecho, simplemente se dejó llevar y le pareció lo adecuado.
—Eres un poco idiota... pero eso solo me da más ganas de echarte una mano —murmuró.
Entonces la dejaría ir, libre de levantarse si la genin lo deseaba. Él mismo se puso en pie y cruzó los brazos.
—¿Vamos?