14/12/2017, 20:11
La kunoichi estaba troceando una cebolla para cuando su invitado se decidió a sacar un tema de conversación, uno delicado si vamos al caso pero no tenía sentido mentir en algo así.
—Vivo sola, mis hermanos se fueron hace unos años y aún no regresan —respondió sin descuidar su pequeña tarea—. Aunque solo hay tres habitaciones —alzó la cuchilla y señaló a una de las puertas, la de al lado de la habitación en la que ella había entrado—. Ese es el baño —solo lo dijo por si le interesaba o hacía falta.
Luego de una pequeña pausa en que la pelirroja tiró la cebolla dentro de una olla con agua hirviendo, alzó la vista para mirar al chico aunque no dijo nada, al menos por un momento.
—¿Y tú? ¿Vives solo con Samanosuke? —un pequeño destello de curiosidad iluminó la mirada de la chica por un breve instante.
—Vivo sola, mis hermanos se fueron hace unos años y aún no regresan —respondió sin descuidar su pequeña tarea—. Aunque solo hay tres habitaciones —alzó la cuchilla y señaló a una de las puertas, la de al lado de la habitación en la que ella había entrado—. Ese es el baño —solo lo dijo por si le interesaba o hacía falta.
Luego de una pequeña pausa en que la pelirroja tiró la cebolla dentro de una olla con agua hirviendo, alzó la vista para mirar al chico aunque no dijo nada, al menos por un momento.
—¿Y tú? ¿Vives solo con Samanosuke? —un pequeño destello de curiosidad iluminó la mirada de la chica por un breve instante.