16/12/2017, 01:11
Nuestro primer destino, por decisión unilateral del ojiblanco, fue dirigirnos a la azotea de uno de los edificios cercanos al lugar donde se había cometido el presunto robo de las joyas. Pues si el cuervo apenas era capaz de recordar con exactitud al ladrón, tal vez la descripción que había dado de las joyas no era correcta. ¿Y si tan solo se trataba de un colgante de bolitas de plástico azules?
—Aún así, no te aseguro que pueda encontrarlo aquí. Ten en cuenta que desde que te robó esta mañana, pudo haberse ido a cualquier parte de la aldea.
—Oye, ¿qué pretende? Desde aquí arriba ni siquiera nosotros podremos distinguir a nadie y mucho menos lo que lleva encima.
—No lo sé, soy un genio, no un adivino y ha dicho que no está seguro de que pueda encontrarlo en este lugar, tal vez el ladrón ya se haya ido lejos, lo cual sería lo más normal. —Hablé con el cuervo en su idioma, traduciéndole lo que decía Daruu y respondiendo humildemente a su pregunta.— Confia en él, al fin y al cabo de es un shinobi, debe de tener algún tipo de técnica de búsqueda o vigilancia.
Si dábamos con el ladrón, perfecto, solo había que ir a por él y aclarar la situación. Bien podía ser cualquier cosa conociendo al cuervo. Pero si no lo encontrábamos, bueno, entonces tendríamos que recurrir a mis capacidades. Yo también podía explorar Amegakure en un momento, y desde el cielo.
—No te preocupes si no das con él. —Le dije a mi compañero humano, en su idioma. —Si no lo encuentras puedo registrar toda la aldea en un momento, tengo ojos en el cielo.
Mientras tanto, y tras decir eso, Kiara se revolvió un poco debajo del paraguas. Detestaba la lluvia, no le gustaba mojarse sus hermosas plumas. Pero había que reconocer que, si era necesario o urgente, no vacilaba en ensuciarse para realizar su tarea.
Mientras, observe a Daruu, quería ver que as se guardaba bajo la manga, pues ahora había despertado un poquito más mi curiosidad.
—Aún así, no te aseguro que pueda encontrarlo aquí. Ten en cuenta que desde que te robó esta mañana, pudo haberse ido a cualquier parte de la aldea.
—Oye, ¿qué pretende? Desde aquí arriba ni siquiera nosotros podremos distinguir a nadie y mucho menos lo que lleva encima.
—No lo sé, soy un genio, no un adivino y ha dicho que no está seguro de que pueda encontrarlo en este lugar, tal vez el ladrón ya se haya ido lejos, lo cual sería lo más normal. —Hablé con el cuervo en su idioma, traduciéndole lo que decía Daruu y respondiendo humildemente a su pregunta.— Confia en él, al fin y al cabo de es un shinobi, debe de tener algún tipo de técnica de búsqueda o vigilancia.
Si dábamos con el ladrón, perfecto, solo había que ir a por él y aclarar la situación. Bien podía ser cualquier cosa conociendo al cuervo. Pero si no lo encontrábamos, bueno, entonces tendríamos que recurrir a mis capacidades. Yo también podía explorar Amegakure en un momento, y desde el cielo.
—No te preocupes si no das con él. —Le dije a mi compañero humano, en su idioma. —Si no lo encuentras puedo registrar toda la aldea en un momento, tengo ojos en el cielo.
Mientras tanto, y tras decir eso, Kiara se revolvió un poco debajo del paraguas. Detestaba la lluvia, no le gustaba mojarse sus hermosas plumas. Pero había que reconocer que, si era necesario o urgente, no vacilaba en ensuciarse para realizar su tarea.
Mientras, observe a Daruu, quería ver que as se guardaba bajo la manga, pues ahora había despertado un poquito más mi curiosidad.