16/12/2017, 21:03
"¿A quién le interesa que una gallina ponga huevos azules?" Me dije malhumorado por todo el viaje y recorrido que había tenido que hacer desde Amegakure hasta el País del Bosque, sino fuera porque en Arashi no Kuni tenemos un gran avance con la tecnología y pude aliviarme un poco el recorrido por el paso en el túnel.
Ahora me encontraba en la Ribera del Sur, en uno de los pueblos que realmente no recordaba, sinceramente estaba cansado, este era el tercer pueblo que pasaba en este día, aparentemente la dichosa gallina no se encontraba en ese pueblo, ¿es que los aldeanos de por ahí me estaban mintiendo sobre la ubicación del animal?
"Bueno este es el último pueblo"
Ahora me encontraba parado justo en la entrada principal del último poblado, el último pueblo que visitaría ese día vamos... La noche empezaba a caer y el hambre a manifestarse; me adentré a paso lento viendo la infraestructura de las viviendas, eran similar a la de los caseríos anteriores; el clima estaba bastante fresco, aunque yo me encontraba un poco sudado y agotado por el viaje en sí.
—Buenas noches, ¿podría servirme un ramen especial?— Comenté tras entrar a un puesto de ramen. Tras unos pocos minutos el encargado del puesto me sirvió lo que había pedido, tomé los palillos y los separé. —Gracias por la comida.— No pensé dos veces en comer un poco de los cálidos fideos. —Oiga, tengo algo muy importante que preguntarle, ¿sabe sí en en este pueblo hay una gallina que pone huevos azules?—
—Así que vienes por la gallina eh, ¿no serás de la ribera norte, no?— Comentó el hombre con recelo.
Ahora me encontraba en la Ribera del Sur, en uno de los pueblos que realmente no recordaba, sinceramente estaba cansado, este era el tercer pueblo que pasaba en este día, aparentemente la dichosa gallina no se encontraba en ese pueblo, ¿es que los aldeanos de por ahí me estaban mintiendo sobre la ubicación del animal?
"Bueno este es el último pueblo"
Ahora me encontraba parado justo en la entrada principal del último poblado, el último pueblo que visitaría ese día vamos... La noche empezaba a caer y el hambre a manifestarse; me adentré a paso lento viendo la infraestructura de las viviendas, eran similar a la de los caseríos anteriores; el clima estaba bastante fresco, aunque yo me encontraba un poco sudado y agotado por el viaje en sí.
—Buenas noches, ¿podría servirme un ramen especial?— Comenté tras entrar a un puesto de ramen. Tras unos pocos minutos el encargado del puesto me sirvió lo que había pedido, tomé los palillos y los separé. —Gracias por la comida.— No pensé dos veces en comer un poco de los cálidos fideos. —Oiga, tengo algo muy importante que preguntarle, ¿sabe sí en en este pueblo hay una gallina que pone huevos azules?—
—Así que vienes por la gallina eh, ¿no serás de la ribera norte, no?— Comentó el hombre con recelo.